Según la agencia noticiosa Xinhua, científicos nacionales y los del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la isla antillana desarrollan el producto en una instalación abierta en la ciudad de Yongzhou, provincia de Hunan (centro), para las investigaciones entre ambos países.
Gerardo Guillén, director de Investigaciones biomédicas del CIGB, dijo a ese medio que el proyecto surgió a solicitud de la parte china y cuenta con el visto bueno del Ministerio cubano de Ciencia y Tecnología.
Se basa en combinar partes de virus que son conservadas y no tan expuestas a la variación para generar anticuerpos, con las dirigidas a las respuestas celulares.
‘Es una estrategia que pudiera proteger contra emergencias epidemiológicas de nuevas cepas del coronavirus que pudieran existir en el futuro’, indicó.
De acuerdo con Guillén, están a la espera de mejorar las condiciones de viaje para que otros investigadores cubanos puedan incorporarse al centro de Yongzhou e impulsen más el proyecto.
Asimismo, destacó el buen estado de los vínculos bilaterales en la rama biotecnológica, donde su país aporta la experiencia y personal, mientras la parte china apoya con ‘la capacidad científica, de equipamiento, logística y de recursos’.
El año pasado se concluyó el montaje del centro conjunto de innovación biotecnológica de Yongzhou, con equipos y laboratorios diseñados por especialistas de la isla.
Allí se desarrollarán proyectos y tecnologías obtenidas por el personal científico de Cuba.
Ese sitio es fruto de la cooperación bilateral y se enmarca en la política aprobada por el gobierno de China para estimular las capacidades de innovación a través de las administraciones locales. (Tomado de Prensa Latina)
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