Radio Victoria en Vivo

InicioGenteYurbis, protagonista de un oficio nada común

Yurbis, protagonista de un oficio nada común

Las Tunas.- La naturaleza es sabia, aunque a veces nos resulte contradictoria. La picadura del Rhopalurus junceus, más conocido como Alacrán Azul de Cuba, es venenosa y duele; pero también salva. De las entrañas de este animal se extrae el ingrediente farmacéutico activo para la producción de Vidatox, medicamento homeopático contra el cáncer, disponible en las farmacias de Cuba.

Yurbis del Carmen Rodríguez Osorio, es una de las jóvenes trabajadoras de Labiofam Las Tunas que se encarga de crear condiciones favorables para el desarrollo de estos animales: lugar climatizado, agua y comida diaria.

«A mí me gusta este trabajo. Lo realizo con amor. Cada criador atiende más de dos mil escorpiones y ya tengo un año en esta labor. La verdad no les tengo miedo y a ellos dedico la mayor parte del tiempo que estoy aquí. Les doy agua, comida, los ordeñamos cada 21 días…y es una experiencia muy bonita», expresa al resumir el nada común oficio que protagoniza.

Los alacranes llegan, fundamentalmente, del municipio de Manatí. Tras el proceso de adaptación al cautiverio, la rutina es casi siempre la misma: revisar cada lote, suministrarles agua, alimentarlos con insectos criados en la misma provincia y ordeñarlos. Para lograrlo le dan al ejemplar un choque eléctrico con pinzas, de manera que cuando el arácnido siente la corriente se defiende automáticamente y eyecta la toxina.

Yurbis sonríe a la pregunta de si alguna vez ha sido víctima de la picadura de uno de estos animales. Dice que sí, uno alcanzó a introducirle el aguijón mientras realizaba el proceso para extraer la sustancia venenosa.

Comenta también que cuentan allí con los medios de protección necesarios a fin de realizar las actividades de manejo y que «cada criador tiene sus pinzas para manipularlos, sacarlos del recipiente, cambiarles el agua, darles comida y demás».

La joven de 29 años se sabe intérprete de una labor necesaria y útil. «Cada día me sacrifico más y lo hago con mayor amor porque sé que cada gota es necesaria para muchos enfermos, pues ese veneno se emplea para hacer el Vidatox, utilizado en personas de todas las edades», refiere mientras se apresta a proseguir con su quehacer.

Al culminar la estancia en el bioterio, los alacranes son devueltos al lugar de donde fueron extraídos, con la intención de evitar la sobreexplotación y mantener el equilibrio biológico de la zona. Mientras tanto, Yurbis del Carmen Rodríguez Osorio y sus compañeros prosiguen con su noble oficio; ellos también salvan vidas.

/mga/

Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí