Las Tunas. – Cuando en materia deportiva se dice «sentir la camiseta» pensamos rápidamente en aquel deportista que lo da todo por su equipo, que ama esos colores como nadie. Pero cuando vemos a un profesor de Educación Física laborar ininterrumpidamente por 41 años, entonces podemos afirmar que este también siente la suya.
El seminternado “Jesús Arguelles”, del municipio de Las Tunas, es testigo del brillante desempeño en esa especialidad de Jesús Pérez Orive durante esas más de cuatro décadas. Innumerable éxito ha cosechado el también Máster en Ciencias, y es por eso que Tiempo21 se propuso conocerlo un poco más de cerca.
-¿Por qué eligió ejercer la Educación Física?
Desde que comencé en la escuela de formación de maestros primarios, por cierto, muy joven aún, siempre practiqué deportes; el boxeo era mi preferido y una vez graduado quise seguir en esa línea de la actividad deportiva. Es ahí que el bichito de ser profesor de Educación Física empezó a picarme, y ya ve periodista, hasta hoy ha sido así.
-Cuando se habla de resultados en esta enseñanza (primaria) enseguida se piensa en Jesús Pérez Orive. ¿A qué se debe esto?
No es que yo sea mejor que los demás, simplemente hago las cosas con gusto y esmero, y no solo en materia deportiva. Me esfuerzo para que los niños y los jóvenes con los que laboro se sientan bien; por eso las cosas se me dan fáciles. A eso súmele mi participación en disímiles eventos en materia de Educación Física como concursos de clases a diferentes niveles, el Premio Anual de Investigación, la creación de medios de enseñanzas, los resultados positivos año tras año en el evento Mi Escuela Campeona, entre otros.
-Jesús, muchos de sus colegas consideran que es difícil sentirse satisfecho con esta rama en la Educación Primaria; sobre todo por lo que representa lidiar con la intranquilidad de los infantes. ¿Cómo ha logrado usted superar estos “inconvenientes”?
Hay por ahí una canción de la Original de Manzanillo que dice que todos tenemos un poco de muchacho, y mi carácter afable, amistoso, me ha permitido tratar con los niños; y voy a seguir trabajando con ellos hasta que la vida me lo permita.
-¿Usted se siente reconocido por la dirección de la escuela, por sus compañeros, sus alumnos?
Me siento reconocido por todo el mundo, no solo aquí en mi escuela, sino también en la comunidad. Todos perciben el amor con que realizo las actividades; por ejemplo, cuando tengo que entrenar a mis alumnos para una competencia muchas veces lo hago al sol, sin tener todas las condiciones y sin pensar en el agotamiento; eso lo valoran mucho.
-No quiso terminar este diálogo sin antes encomiar a sus compañeros de profesión y los resultados de la institución en que labora.
Es justo mencionar a mis compañeros de la cátedra, muy buenos y experimentados también. Nuestro departamento colabora activamente en todas las actividades extra docentes que se desarrollan dentro de la organización de pioneros José Martí. Tampoco puedo dejar de reconocer a la dirección del centro que nos apoya sin pensarlo dos veces siempre que hay convocatoria para algún evento deportivo; de ahí, los logros de nuestra escuela.
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