Las Tunas. – Por estos días de período lluvioso, en la provincia de Las Tunas abundan los pastos naturales y artificiales, y el ganado mayor disfruta de ellos a libre demanda; pero, en los meses secos no hay suficientes hierbas, las vacas producen poca leche y los animales más débiles mueren.
Para revertir esa situación se impulsa el acopio de alimento animal y la Unidad Empresarial de Base (UEB) Talleres Agropecuarios propuso un sistema de implementos que lo favorecen, tal como informó José Luis Aguilera, técnico productivo de la entidad.
«La iniciativa surgió en una reunión de producción de alimentos, exactamente de la campaña de ganadería. Se habló de la necesidad de que las formas productivas tuvieran un medio para conservar el alimento que ahora está en el campo, pues este es un período óptimo.
«Hicimos una tormenta de ideas entre varios compañeros. Se analizaron unos cuantos diseños y por elección colectiva decidimos elaborar esta empacadora semiautomática ESM- Ímpetu 2, capaz de compactar hasta dos toneladas de pastos y forrajes por hora.
«Sabemos que hay que cogerle varios detalles y así se hizo en el campo. Salieron dos o tres propuestas que pueden facilitar la producción del heno, que es lo fundamental y ahora trasladaremos la idea a todas las formas productivas interesadas».
Uno de los especialistas que construyen esos medios es Luis Vázquez Cárdenas, un hombre más de acción que de palabras; pero, portavoz de su colectivo, el cual tiene una gran disposición de contribuir al desarrollo de la ganadería y a la producción de implementos en el país.
«Se trata de un conjunto de tres máquinas. Primero está la chapeadora que corta la hierba casi a ras de tierra. Luego, el rastrillo la acumula en montones. Y, por último, la empacadora compacta ese material y lo saca listo para amarrar y proceder a su conservación.
«Si dispusiéramos de todos los recursos se puede acortar el tiempo de producción, pues estos se elaboraron en unos cuatro días. Se requieren electrodos, gases y chapas».
La primera de estas empacadoras ya tiene dueño. Fue adquirida por la UEB Santa María, cuyo director, Grabiel Prieto Sánchez, se muestra complacido.
«Esta empacadora tiene una gran importancia para los ganaderos, ya que nos permite almacenar el alimento animal para el período seco. Ahora hay exceso de pastos y están en su mejor momento, con proteínas, minerales y vitaminas, y se aprovecha con mayor resultado.
«La hierba se puede almacenar entre seis meses y un año, pero como la usamos en el período seco serán unos ocho meses.
«Como empresario estoy contento y le veo mucha importancia. Ojalá que todos podamos contar con una empacadora, pues nos permite acopiar para el período seco, lo que siempre es un problema para los ganaderos».
Los trabajadores de la UEB Talleres Agropecuarios, de Las Tunas, están conscientes de que la garantía de alimento animal para las etapas más secas es la clave del desarrollo ganadero. Y en esa batalla se insertan con compromisos renovados.
/mga/
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