Escuchar a Yolexis Rivero Peña hablando de su trabajo, inquietudes e ideas, deja ver parte de la madera de la que están hechos los emprendedores: curiosidad, empuje, búsqueda constante de la mejora e innovación.
En su pedacito de tierra en la zona de Canistel, en el municipio de Majibacoa, puedes encontrar desde una lavadora, una máquina para obtener el puré de tomate, que también se puede utilizar para extraer la pulpa de guayaba, una abonadora, una sierra, una guarapera y toda una familia de implementos agrícolas, por eso para este hombre incansable no es un impedimento la escasez de combustible, o hasta el mal tiempo, pues los medios que transforma y emplea sirven para diversas labores agrícolas y hasta para diferentes condiciones del suelo; bajo la lluvia, o el sol, y con el empleo de la tracción animal.
Es por ello que con solo 49 años de edad, este obrero que trabaja como custodio en el centro de limpieza de la caña “Río Abajo”, tiene bien guardados muchos reconocimientos, premios y hasta la medalla Abel Santamaría, que se entrega a jóvenes cubanos por su actitud revolucionaria y notables méritos alcanzados en el trabajo creador.
Yolexis se pone muy nervioso frente a mi grabadora cuando le pregunto sobre su trayectoria como innovador, y me confiesa que solo llegó a terminar los estudios en la enseñanza media superior, por eso se le hace difícil hablar, y con voz entre cortadas me dice:
«Mire es que yo me expreso con lo que hago, con mis inventos, eso es lo que sé hacer, y creo que es la misión que tengo en la vida, para ser útil, para dejar algo con lo que me recuerden».
¿Por qué los implementos agrícolas y de tracción animal?
«Me gusta la agricultura, y siempre estoy pensando en cómo mejorar el trabajo en el campo, en cómo hacerlo más eficiente, y humanizar las labores, por eso cuando tengo una idea, no duermo, y me pongo a trabajar, después pues voy probando, y si me sale bien, sigo adelante».
¿Qué es el “Multicultivador”?
«Pues simplemente es una familia de implementos, entre los que se encuentra el surcador, aporcador, desyerbadora, grada dora, grada alistadora, surcador sencillo, y otros implementos para recoger el estiércol de las corraletas, para acopiar y empacar la comida de los animales, para arreglar los caminos, anivelar el terreno, entre otras tareas».
¿De todos los trabajos que has realizado cuál es que más satisfacción te ha dado?
«Pues con el que más reconocimientos he recibido es con el multicultivador, con él participé en varios eventos nacionales, en los Fórum de Ciencia y Técnica de las asociaciones nacionales de Agricultores Pequeños y de Innovadores y Racionalizadores, obtuve el premio nacional de las “Brigadas Técnicas Juveniles” y hasta me dieron la medalla Abel Santamaría».
¿Y que se puede hacer con estos implementos?
«Para que tenga una idea estos implementos representan 100 hombres trabajando en el campo, al ser equipos que permiten realizar diferentes labores desde la preparación de la tierra, el cultivo hasta la recogida de los frutos».
¿Estás satisfecho con lo logrado en la innovación hasta ahora?
«Hay muchas cosas que mejorar, el trabajo de un innovador nunca termina, y pretendo seguir sumando otros equipos a la familia de implementos, para mejorar los resultados agrícolas o simplemente para hacerlos más cómodos, pues cuando termino de trabajar toda una jornada no me siento agotado, no me expongo al sol, y hasta puedo escuchar música mientras estoy en el campo, además no necesito combustible, eso sí, es necesario tener un parque más grande de bueyes para no explotar tanto a los animales, pues son muchos los medios que se emplean en una jornada».
¿Qué dirías a los jóvenes que al igual que usted sienten la necesidad de innovar?
«Que no se cansen, si algo les sale mal hoy no importa hay que volverlo a intentar, pues vivimos a una época llena de prohibiciones y limitaciones que frenan el desarrollo de la agricultura, pero lo que podemos soñar y crear con nuestro esfuerzo nadie nos lo puede quitar, para eso no hay limites».
La curiosidad y la innovación incitaban a Yolexis Rivero Peña desde pequeño. Entre sus manos, los juguetes estaban siempre expuestos a cambios y trasformaciones, pues solía desarmarlos para luego restaurarlos.
Así se convirtió en un innovador incansable. Su labor resulta esencial en los momentos actuales debido a la escasez de combustible y de medios, pues la familia de implementos fabricados por él humanizan la labor, y ahorran combustible al emplearlos mediante la tracción animal.
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