Las Tunas pone fin a la zafra azucarera luego de 178 días de labor y esta vez vuelven a incumplir la cifra pactada, a pesar de aportar más de 139 mil toneladas, volumen que nos ubica como los segundo mayores productores en el país, razón por la que el grupo Azcuba reconoce la labor de los azucareros de este territorio amén de los tropiezos.
Esta vez las operaciones de los ingenios llegaron hasta un 44 % de la molida planificado, y ni siquiera el reacomodo que trazó la empresa azucarera en la provincia durante la fase final, tomando en cuenta la cantidad de caña que se envió a los ingenios, permitió que se ganara el tiempo perdido.
Es cierto que lo pactado superó las expectativas para una zafra marcada desde inicios de año por limitaciones objetivas entre ellas la falta de insumos, piezas de repuesto en muchos lugares, y otras causas que van más allá de la voluntad de los hombres y mujeres de este milenario sector.
Es ahí donde están las fallas que propiciaron que Las Tunas, al igual que otras provincias cubanas dejaran de elaborar los volúmenes de crudo previstos, aspecto que tiene gran influencia en la economía al impedir la entrada al país, por concepto de exportación, de millones de dólares, dinero muy necesario.
A diferencia de otros años el clima para el corte y el tiro se comportó de forma favorable, solo en la recta final este causal puso fin a la ya extendida campaña, que por más de seis meses mantuvo en vilo a los trabajadores y a sus familias, pues muchos de ellos permanecieron lejos de sus hogares por ese tiempo.
Aunque parezca contraproducente, las razones tampoco estuvieron vinculadas a la tradicional falta de materia prima, por esta vez el problema radicó en la escasez de combustible, que mantuvo paralizada las labores en muchos ingenios hasta 18 días como es el caso de Colombia, uno de los tres centrales que participaron en la contienda.
Lo cierto es que pese a todas las dificultades antes expuestas vale la pena reconocer el esfuerzo y consagración de los azucareros tuneros, que desde ya sin dar tregua al cansancio o a las insatisfacciones, se preparan para la venidera zafra, y lo hacen desde su incorporación a diversas tareas que van desde cómo alistar de forma óptima los centrales, medios y equipos que participan en la cosecha, hasta volcarse de a lleno en la siembra de caña, eslabón que tienen mucho peso para aporta mayor éxito a la venidera campaña.
Pero no todo es blanco y negro en la etapa que concluye, aspectos como la calidad del azúcar obtenida en las tres industrias tuneras es digno a destacar, pues el dulce grano cumple con todas las normas establecidas para la exportación, así mismo ingenios como «Colombia» consiguió los mejores índices de los últimos cuatro años, y «Antonio Guiteras» y Majibacoa ocuparon el segundo y tercer puestos a nivel de país, en cuánto a la entrega de azúcar.
Desde ya los trabajadores azucareros de Las Tunas esperan a noviembre próximo para otra vez, escuchar el fuerte pitazo de los centrales e iniciar un nuevo episodio de la tradición en la producción azucarera, tan necesario para el florecimiento de la economía cubana.
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