Lázaro Peña González falleció el 11 de marzo de 1974, mientras se mantenía fiel al cumplimiento del deber, a pesar de hallarse muy enfermo en los últimos días.
A 46 años de su muerte, el pensamiento del líder de los trabajadores cubanos mantiene actual vigencia, fundamentalmente sus ideas en pos de la unidad y la consolidación de las conquistas revolucionarias.
Nació el 29 de mayo de 1911 en el seno de una familia humilde, por su condición de pobre y negro, siendo muy joven se convirtió en torcedor de tabaco y pronto descolló en un combatiente de integridad a toda prueba.
Entró en la historia por su lucha a favor de los destinos colectivos. Líder indiscutible, inspirado siempre en los ideales del proletariado, su pensamiento unitario y sus enseñanzas han quedado grabadas en la memoria del pueblo trabajador.
El llamado Capitán de la Clase Obrera dedicó sus últimas energías a preparar el XIII Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en el que tuvo una participación medular.
La obra del fundador de la CTC y de la Federación Sindical Mundial es acicate para redoblar los resultados económicos en los diferentes sectores, ahorrar recursos, sustituir importaciones y aumentar las exportaciones; su ejemplo se hace vigente en el trabajo diario y en cómo mantener y defender las conquistas sindicales.
El movimiento obrero honra con mayores resultados en su quehacer a quien dedicó su vida a la defensa de los intereses y la unidad de la clase trabajadora y constituye paradigma de cada uno de los dirigentes sindicales cubanos.
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