Nació para pelear sin tregua contra todo lo injusto, lo degradante, lo inmoral. Por eso, Hugo Rafael Chávez Frías escogió el camino más difícil, el de guiar a su pueblo hacía el camino de la verdadera emancipación.
Sus 14 años como el presidente más querido, fueron de dura batalla contra la oposición. La interna, financiada desde Estados Unidos y la extrema, también liderada por el enemigo del norte y que pretendió doblegarlo a fuerza de penalizaciones y bloqueos económicos y financieros.
Chávez nunca se amilanó. Fervoroso seguidor de las ideas de Simón Bolívar y de José Martí echó su suerte al lado de los más humildes.
Luego vendría otra cruzada, también sin tregua contra la enfermedad. Finalmente, aquel nefasto 5 de marzo de 2013, el cáncer logró aquello en lo que sus enemigos tantas veces fracasaron.
Hoy pervive en los millones de venezolanos que tuvieron gracias a él, la oportunidad de ir a una escuela y estudiar una carrera universitaria, en los miles que recuperaron la visión y viven una existencia más digna.
Para Cuba, fue siempre el amigo fiel y sincero que manifestó su apoyo incondicional y de todas las formas posibles.
Eterno Comandante, con su intrepidez y su entrega siempre a la causa de los pueblos es recordado como uno de los más preclaros políticos y líderes independentistas americanos.
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