En el ir y venir por la ciudad siempre hay personajes recurrentes. Gente que singulariza los sitios y sin las cuales cada lugar no sería el que es. Así sucede con Lorenzo Alexis Simón Batista y la Academia de Ajedrez, el espacio al que cada día llega este joven tunero para entrenar la mente y materializar anhelos.
Décadas atrás, en el seminternado El Vaquerito nació la pasión de Alexis por el juego ciencia el cual conoció a los siete años de edad para luego pulirlo a partir de los entrenamientos de la profesora Margarita Puello y el esfuerzo y estudio personal, infaltables en el complicado mundo de las 32 piezas y 64 casillas.
«En varias oportunidades fui campeón provincial en categorías inferiores con deportistas convencionales, para entonces nunca había jugado con personas con discapacidad. En ese período gané varios torneos provinciales y alguno nacional. Creo que estuve entre los primeros atletas discapacitados en incorporarme, junto a deportistas convencionales, a la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE), de Las Tunas».
A golpe de empeño, Alexis ganó en el 2001, 2012 y 2013 varios campeonatos nacionales para discapacitados, además de otros torneos, resultados por los cuales fue invitado a participar en el Memorial Capablanca donde no resultó ganador pero sí logró escalar en Elo.
Su condición de limitado físico motor no ha sido impedimento, además, para que comparta sus saberes como entrenador de atletas con discapacidad. Una labor que reconoce compleja pues los discípulos pertenecen a la Asociación Nacional de Débiles Visuales (ANCI), a la de Sordos e Hipoacúsicos (ANSOC) y a la de Limitados Físico Motores (ACLIFIM), lo cual implica el empleo de técnicas diferentes para los entrenamientos.
En la actualidad, Alexis se prepara para ganar el torneo provincial de discapacitados y luego para el evento nacional al que asistirá con la intención de ganar su cuarta presea y “afinar la puntería” en aras de alcanzar la condición de Maestro FIDE.
Con tales desafíos por delante y una vida dedicada a un deporte que suma pasiones en todo el orbe, este tunero siente el ajedrez como parte de su existencia.
«En mi vida el ajedrez lo ha sido todo. A veces uno tiene que tomar decisiones y el ajedrez por la habilidad que confiere, por la práctica, por el entrenamiento con los diagramas…te lleva a tomar decisiones rápidas. En mi caso, la mayoría de las veces han sido decisiones provechosas. El ajedrez para mí es todo y en mi vida personal lo aplico en todos los sentidos».
Así es feliz y así descorren los días para este trebejista que en medio del ir y venir de la ciudad, pereciera caballero medieval en un mundo de torres, caballos, alfiles, reinas, reyes y peones.
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