Las Tunas- Los trabajadores de la gastronomía en Las Tunas ratifican en cada jornada el compromiso de elevar la calidad de las prestaciones y satisfacer la demanda de la población con la diversificación de surtidos a precios asequibles.
Anisley y su esposo Vicente cada vez que visitan esta ciudad, buscan un espacio en su apretada agenda para ir al restaurante Reymar, calificado por ellos como una de las mejores unidades gastronómicas del llamado Balcón del Oriente.
Ese criterio prevalece en muchos tuneros que cada vez que tienen la oportunidad lo frecuentan, en especial para compartir en familia un cumpleaños, un aniversario de bodas u otra celebración importante en sus vidas.
«Cada plato que sale de sus cocinas está muy bueno, con calidad en su elaboración, y lo mejor es que los trabajadores son muy profesionales.
«Yo pedí bistec canciller, rueda de pescado frita y camarones rebosados y no gasté más de 50 pesos cubanos. Estuve la semana pasada y me gustó tanto que decidí regresar y no venir sola; sino que quise compartir esta experiencia con mi esposo. Todo está muy agradable», así ofreció su criterio Anisley Figal Gómez.
El restaurante Reymar tiene capacidad para 76 comensales, y a decir de Dania Rondón, capitana de salón, el secreto de la cantidad de personas que frecuentan la unidad son los precios asequibles y el buen sabor de las comidas.
«Ser gastronómico es un arte, tiene que gustarte; con buenos cocineros y un servicio con amor, el cliente disfruta más la comida. En el libro del visitante se puede leer: calidad en el servicio y los alimentos, trato amable, maravillosa atención», añade la capitana de salón.
Es una realidad que no es solo el sabor de la comida distingue al Reymar, también es el trato exquisito, el servicio muy rápido, el escaso protocolo en la atención, siempre con la mira puesta en que el cliente se sienta cómodo y disfrute su estancia. De esa mezcla de factores surgió y se conserva su éxito.
A la salida del restaurante Dania Rondón nos aclara «Hace más de 60 años nació el Reymar, en cuya identidad están las primeras sílabas de los nombres de sus antiguos dueños, Reynaldo Torrent y Mario Patiño. Nada que ver con lo que se oferta hoy, pescados y mariscos. Es pura coincidencia».
Aquí se evidencia que los precios módicos y la excelencia en los servicios gastronómicos estatales son posibles. Es una realidad que el Reymar permanece en la preferencia de los tuneros, resultado de la motivación de sus trabajadores que marcan la diferencia.
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