Las Tunas.- El poemario Amagos diurnos, de Randoll Machado Hernández, obtuvo el Premio Cucalambé de décima escrita en esta edición 52 de la Jornada Cucalambeana, otorgado en El Cornito durante el desarrollo del Catauro, espacio fijo de la celebración.
La propuesta gira en torno a la vida como tema central, y lo que de ella se desprende: amor, muerte y las problemáticas comunes y trascendentes de la existencia, según expresó el jurado compuesto por Argel Fernández, Juan Carlos García y Agustín Serrano.
El escritor tunero Argel Fernández resaltó que el fallo fue unánime y que obedece además a la estructura en que presenta la espinela con una forma muy contemporánea y permeada de todas las tendencias actuales que aportan a la manifestación, sin dañar las esencias tradicionales.
Randoll Machado Hernández se graduó de la Escuela de Instructores de Arte Nicolás Guillén, de Camagüey, y es miembro del Taller Literario Municipal Pablo de la Torriente Brau, de Guáimaro, desde donde prefiere el cultivo de la poesía, en especial la décima para niños y adultos.
Entre los galardones que hacen justicia a su obra destacan la Beca de Creación Dador, que convoca el Centro Dulce María Loynaz, y el Premio Calendario 2014 de la Asociación Hermanos Saíz con el título En un lugar de la mancha…; además de la publicación del texto En el jardín de las espinelas, en coautoría con el también cultivador del verso octosílabo Diusmel Machado.
Otros que merecieron el aplauso de creadores consagrados y amantes de la tradición campesina fueron los jóvenes tuneros Raúl Leyva y Armando López Carralero, con los cuadernos Las almas secretas y Los caminos del agua, que obtuvieron mención en el Cucalambé; así como Yurisbel Parra por el premio colateral que otorga la Fundación Nicolás Guillén, y Nitza Núñez que se llevó el de glosas Canto alrededor del punto.
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