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Blandas o duras, las drogas siempre son drogas

Aunque las drogas en sus formas naturales existieron desde millones de años antes de surgir los humanos, su primer consumo ocurrió hace 150 mil años cuando el hombre de Neanderthal probó la primera sustancia psicoactiva, posiblemente un hongo.

Miles de centurias después el hombre primitivo comenzó a utilizarla con la ingenua pretensión de comunicarse con los dioses sin imaginar que, con el tiempo su consumo, lejos de «llevar al cielo», convertiría en infierno su existencia, la de sus seres queridos, y su entorno socio-cultural, dijo a la Agencia Cubana de Noticias el Doctor en Ciencias Ricardo González, Académico de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba.

Entre las más consumidas en el mundo, el experto cubano citó el café, el tabaco, el alcohol, la marihuana, los derivados del opio y las drogas sintéticas. El fundador y asesor del Servicio de Adicciones del Hospital Psiquiátrico de La Habana Eduardo Bernabé Ordaz, alertó que sólo el tabaco mata cada año a seis millones de habitantes del planeta, y el uso no social de alcohol a 3.3 millones.

Aclaró el Profesor Titular de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas Doctor Enrique Cabrera que las drogas duras son las que afectan de forma relevante la conducta del consumidor, ya que bloquean el cerebro prefrontal (cerebro humano) y este deja de frenar a la parte nombrada cerebro límbico(o animal).

Las drogas blandas como el té, la cola, el café y hasta el tabaco carecen de este efecto y por ello, el consumidor- bajo su influencia-sigue con igual genio y figura, no afectan el discernimiento o conducta, explicó el catedrático.

El alcohol en su uso no embriagante (social) es una droga blanda, pero ante los consumos que «emborrachen» se convierte en droga dura y la conducta se vuelve anómala, sentenció el renombrado experto, quien ha dedicado más de tres décadas al tema.

Todas las drogas duras modifican el comportamiento, por lo cual cuando las personas están bajo su influencia también implica una realidad traumática y sufrimiento familiar, recalcó.

En ese grupo de drogas transformadoras del comportamiento están el alcohol (cuando se consume con fines embriagantes), la erróneamente valorada como «inofensiva marihuana», la cocaína, y la heroína, entre otras, subrayó.

Los propugnadores originales de la legalización de la marihuana pensaron que esto podría ser una solución, pero la mayoría de ellos no conocen la cara oculta de esa droga que solo es visible para los familiares, para los que atendemos directamente esta tragedia y también para los propios consumidores, puntualizó el especialista.

Aunque en estos últimos solo pueden hacerlo cuando «abren los ojos» y reconocen a la supuesta «aliada», como su mayor enemiga, subrayó.

En opinión de Ricardo González, el argumento de más fuerza para entender las tendencias a legalizar en otros países es que los más serios daños de la marihuana han sido científicamente indiscutibles, luego de investigaciones desarrolladas en los anteriores siete años, algunos están entre los más trágicos en el último lustro y esto aún no ha llegado a la población. Son relativamente recientes.

Ejemplificó el avezado psiquiatra cubano que entre los nuevos descubrimientos mundiales irrefutables hay uno conmovedor: la pérdida irreversible de capacidades intelectuales que impiden que un joven, con sobrado talento para ingresar a la universidad, no puede hacerlo si ha consumido frecuentemente marihuana antes de los 18 años de edad, debido a que no pudo completarse aún el desarrollo de su cerebro.

A ello se suman los conocidos impulsos irresistibles, impredecibles y con frecuencia mortales. Además, está demostrado científicamente que la marihuana desencadena esquizofrenias severas, causa reducción de sustancia blanca y gris del cerebro, daña los espermatozoides y los cromosomas, recalcó el profesor.

Al referirse a la inocuidad de esa droga señaló que es un mito cultural continental que ha facilitado la tendencia a utilizar la llamada marihuana medicinal, sin cumplirse mundialmente las exigencias establecidas farmacológicamente para convertir una sustancia vegetal global en posibles moléculas, que luego de sus ensayos demuestren su efectividad y seguridad para uso humano, sentenció.

Los más recientes estudios sobre efectos medicinales apuntan en sentido contrario y están cuando más a la mitad del protocolo investigativo internacional, señaló González, quien en el IX Congreso de Psiquiatría (PsiqCuba) 2019, que concluye hoy en el Palacio de Convenciones de La Habana, fue merecedor del Premio al Mérito Científico por la Obra de toda la Vida, otorgado por la Sociedad Cubana de la especialidad.

Aseguró el eminente catedrático que en el uso indebido de sustancias Cuba es, además, uno de los países mejor definidos en su posición de cero drogas ilegales, y desde siempre ha combatido ese fenómeno universal de forma integral y multifactorial.

En referencia a las acciones de la Isla para combatir la producción, venta, demanda, tráfico, distribución y tenencia ilícita

de drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, delitos severamente penados por la ley, el experto señaló:

«La mayor de las Antillas cuenta con programas nacionales para la prevención del uso indebido de alcohol y otras drogas, así como también de comportamientos ajenos a sustancias que pueden determinar adicciones».

Para ese fin existe, además, una Comisión Nacional liderada por el Ministerio de Justicia, otra por el Ministerio de Salud Pública (Minsap) y también instituciones de asesoría metodológica de alta profesionalidad y consistencia.

El Ministerio de Educación desarrolló asimismo un programa que en términos generales ha contribuido a elevar en algún grado la percepción de riesgo sobre el uso indebido de sustancias, precisó.

También el Centro de Desarrollo Académico en Drogodependencias (CEDRO), de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, impulsa un serio trabajo sobre bases científico-pedagógicas que cuenta con resultados relevantes.

CEDRO mantiene vínculos con el departamento de Salud Mental y Adicciones del Minsap, con sociedades nacionales e internacionales de Psicología, Psicología Médica y Psiquiatría.

Las temáticas de PsiqCuba, que reunió en La Habana a especialistas de una veintena de naciones, versaron sobre Neurociencias, Genética y Psiquiatría; Neuropsicofarmacología; Psicoterapias; Prevención y promoción de salud; Esquizofrenia y primeros episodios psicóticos;Depresión, Trastornos bipolares y Adicciones y Patología Dual, entre otras.

El doctor Ricardo González es del criterio que debe existir una ley para la prevención del uso indebido de sustancias psicoactivas y adicciones comportamentales. (ACN /Iris Armas Padrino)

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