Sin saber en qué momento llegó a sus vidas, o cómo se convirtió en prioridad, el arte es ahora plato fuerte, pensamiento, inspiración. Así muchos jóvenes se alzan hoy como paradigmas del movimiento creativo en la provincia con resultados que, sin descontar los múltiples premios, preservan y enriquecen la cultura en Las Tunas.
Dayron Ferrada Zapatero, actual presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en el territorio, es además un realizador del medio radial con una sensibilidad especial para rescatar historias que cuentan el patrimonio intangible de esta ciudad que se identifica como «Balcón del Oriente».
Investigaciones minuciosas con un logrado diálogo con la audiencia, que han crecido desde su formación profesional, humanista, y aquellos primeros pasos de niño y luego aficionado en la emisora radio Victoria.
« He tenido la suerte que todas las personas que me he topado me han aconsejado para el bien y me inocularon ese bichito de querer hacer cada día más por un medio como la radio.
«Y aficionado…, así comenzamos todos, amando este medio que poco a poco va penetrando en nuestro corazón y hace que hagamos obras para que el público las disfrute día a día.
«Todos los programas me llegan, todos. De una manera u otra con todos me siento contento, feliz, lleno. A cada producto le pongo el mejor empeño para que las personas que lo escuchen lo disfruten y yo regocijarme también.
«Porque cuando la persona que está al lado del micrófono no disfruta lo que hace, no goza el compartir con invitados para poder llevar un mensaje al oyente. Cuando eso no lo disfrutas no estás haciendo arte».
La Orquesta Danzonera Cubaclamé constituye uno de esos tesoros nuestros que mediante el baile nacional, también lleva otros géneros tradicionales y temas emblemáticos de la música cubana a públicos muy diversos.
Su directora, Ana Irma Pérez Perelló, sabe el entusiasmo de los egresados de la Escuela Profesional de Arte El Cucalambé que le acompañan en una aventura que cada día se viste de nuevos escenarios y derroteros.
«Soy graduada del conservatorio Esteban Salas en Santiago de Cuba, de Dirección Coral. Una carrera preciosa que un poco me ayuda a enfrentar lo que venía después cuando regreso para el servicio social aquí en Las Tunas.
«Es en una edición del Festival Barbarito Diez donde hago una ponencia, en el evento teórico, y en respuesta a esa ponencia y a una necesidad del territorio surge la idea de hacer la danzonera en ese entonces.
«Una orquesta integrada por egresados de la enseñanza artística que compartíamos un mismo sueño y habíamos coincidido muchas veces, aprendido juntos. Así se materializó un sueño de todos que ya tiene cinco años».
A Junior Fernández, escritor y artista de la plástica, la décima se le da entre un abonar constante que llevan los versos por temas de hoy que pueden lo mismo ser más existenciales, filosóficos, o carnales, sin olvidar la riqueza de la ciencia ficción y la imagen instantánea.
«Tengo a veces muchas inquietudes y lo que trato es de exteriorizarlo; generalmente mi obra, tanto plástica como literaria, es sencillamente un ejercicio de entendimiento. O sea, un ejercicio para entender lo que me sucede a mí mismo, a las personas que están a mi alrededor, lo que estoy viendo.
«Es mi forma de identificar o codificar de alguna manera la realidad. No trato de ser muy exquisito a la hora de abordar un concepto demasiado elevado dentro de mi obra. Sencillamente creo que en la simpleza de las cosas puede estar realmente el misterio.
«Creo que esa es la finalidad real de todo proceso creativo, que las personas puedan apreciarlo. Eso está mucho más allá de que pueda gustarles o no, que sepan que está ahí, que existe, que estás haciendo algo».
Jóvenes inquietos, de estos tiempos, con los pies en la tierra y los brazos tendidos a sus colegas, marcan el ritmo de la cultura en Las Tunas, un sector que aprovecha experiencia y novedad para mantener pilares firmes, cargados con la riqueza del hacer cotidiano y la historia que los nutre.
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