El 7 de diciembre de 1989, cuando toda Cuba conmemoraba otro aniversario de la caída en combate del mayor general Antonio Maceo y de su ayudante Panchito Gómez Toro, los restos de los combatientes cubanos que entregaron sus vidas en la guerra contra la apartheid en África regresaban a su tierra con una peregrinación nacional. Desde entonces cada año el pueblo cubano rememora esta fecha.
La peregrinación que en aquel entonces acompañó los restos de los mártires cubanos recibió el nombre de Operación Tributo. Con esta ceremonia eran devueltos a su patria los restos de 116 tuneros. Un día como hoy trae muchos recuerdos a los combatientes de la Revolución, ellos valoran la necesidad de recordar esta fecha.
Más de 20 mil tuneros lucharon en la guerra desarrollada en África para liberar a algunos de sus territorios de un régimen de segregación racial. La mayoría de esos héroes regresaron a su suelo natal pero algunos no pudieron lograrlo.
Cada año diciembre se llena de patriotismo pero también de mucha tristeza al recordar a esos jóvenes que se volvieron inmortales para la historia. La lágrima de algún familiar o amigo conmueve a quien observa desde la distancia este sentido homenaje.
El valor del internacionalismo ha marcado la esencia del pueblo cubano y cada 7 de diciembre es un recordatorio de esa historia que no puede ser olvidada.
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