Las Tunas (Redacción Tiempo21).- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, afirmó en Beijing que su actual visita a China es de continuidad y consolidación de las relaciones bilaterales desarrolladas ininterrumpidamente durante 58 años.
En una reunión con Wang Yang, presidente del Comité Permanente de la Décimo tercera Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, consideró a la visita como una ocasión propicia para reforzar la amistad y el deseo de trabajar siempre con China en favor del fortalecimiento de los nexos históricos entre ambos estados y pueblos.
«Nuestro compromiso con esas generaciones de héroes es continuar enarbolando las banderas del socialismo y fortalecer nuestras ya históricas e indestructibles
relaciones de amistad y solidaridad» @DiazCanelB firma el libro de visitantes del Mausoleo donde descansa Mao Zedong pic.twitter.com/7Z0uEqExRB— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) 8 de noviembre de 2018
Wang Yang le dio la bienvenida al Presidente de Cuba y a su delegación acompañante y resaltó que su visita a pocos meses de haber asumido el cargo muestra la enorme importancia concedida por el Estado cubano a los nexos entre La Habana y Beijing.
«Siento respeto, admiración y cariño por el pueblo chino», expresó @DiazCanelB en su encuentro con Li Zhanshu, Presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional #China | #Cuba #SomosCuba pic.twitter.com/sA900lmkUn
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) 8 de noviembre de 2018
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba se entrevistará con su anfitrión, Xi Jinping; el primer ministro, Li Keqiang, y otros altos dirigentes chinos.
Si algo conocen muy bien los pueblos de #China y #Cuba es la amistad, la fraternidad, el respeto mutuo que los unen hace años. No por casualidad el #presidentecubano, #DíazCanel, confesó sentirse en China «como en casa». pic.twitter.com/KYmM50TfSg
— EmbaCubaChequia (@EmbaCubaChequia) 8 de noviembre de 2018
La víspera recorrió la Ciudad Prohibida o Museo del Palacio Imperial, un sitio milenario que marca exactamente el corazón de Beijing, la capital de China, y centro del poder de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), y apreció las dimensiones, la magnífica arquitectura, esplendor, elegancia de objetos culturales y artísticos de este laberinto de casi mil edificios, cuyos tejados están adornados con figuras de criaturas mitológicas.
Díaz-Canel dejó constancia de su paso por el complejo al plasmar su firma en el libro de visitantes.
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