Las Tunas.- Con intensas jornadas los trabajadores de la fábrica de tableros de bagazo Máximo Gómez Báez, en el municipio de Jesús Menéndez, muestran señales de avance en la recuperación del plan técnico económico que este año asciende a unos cuatro mil metros cúbicos de piezas finas, con diversos usos en el mercado interno y para la exportación.
Aparejado a las labores de reparación y mantenimiento de la industria para iniciar la etapa productiva, los trabajadores laboran en la recuperación de las tejas afectadas durante el paso del huracán Irma.
A propósito, el jefe de producción Álvaro Álvarez Ramírez informó que en la actualidad se priorizan las áreas más comprometidas con el proceso industrial.
La fábrica es única de su tipo en Cuba y se mantiene funcionando gracias a la labor constante de innovadores que logran la puesta en funcionamiento del proceso tecnológico, con la intención de entregarle a la nación ese renglón que actualmente tiene diversos usos en el encofrado para la construcción de viviendas, así como en la fabricación de sarcófagos, entre otros fines.
Para cumplir con el encargo estatal la entidad dispone de alrededor de seis mil toneladas de fibra de bagazo de caña, acopiada por los centrales Antonio Guiteras y Majibacoa, y especialistas y trabajadores esperan sacarle el máximo provecho a esa materia prima.
Creada en 1983, la fábrica fue una de las cuatro con que contó Cuba, en el empeño por diversificar y consolidar producciones derivadas dentro del sector.
Aunque el proceso de preparación y empacamiento del bagazo tiene requisitos muy específicos, la rama azucarera no desestima la posibilidad de aprovechar mejor esa materia en la producción de tableros que finalmente pueden tener múltiples aplicaciones o usos en otras industrias y sectores de la economía nacional.
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