Casi 30 años enlazan a la tunera Adelaida Villavicencio con el teatro. Primero como instructora y luego como actriz profesional, ha tenido la posibilidad de dirigir e interpretar personajes que le han exigido y han llegado con fuerza al público.
Quien comparte con ella el cruce cotidiano en los pasillos no comprende cómo se hace maga para moverse entre las grabaciones en la emisora Radio Victoria y los ensayos en la sala Blanquita Becerra, y lo mejor, siempre con una sonrisa y una voz dulcísima para quien, como esta reportera, la interpela en medio de un taller para conocer un poquito más de sus rutinas y sueños.
Escuche entrevista a Adelaida Villavicencio
¿Cuántos años defendiendo esta manifestación?
«Llevo 28 años de labor dentro del proceso del teatro como profesora y también como actriz. En el año 1989 fue que me gradué como instructora de arte y comencé a ejercer la profesión dentro de Casa de Cultura y Palacio de Pioneros.
«Luego en 1990 me gradué como actriz profesional y pasé a formar parte del grupo de teatro dramático de la provincia. Ahí comienzo mi labor en las dos cosas.
«En el 92 me evalúo como profesional y continúo mi trabajo participando en las diferentes obras, en los eventos tanto provinciales como nacionales y ahí se ha desarrollado toda mi vida dentro de este mundo del arte».
Háblanos un poco de la labor como educadora, como instructora, ¿qué te exigió y qué te exige hoy que tienes más experiencia?
«Para mí es muy importante esta labor como profesora porque yo doy lo que he aprendido a otras personas y eso es algo satisfactorio para mí, poder enseñar lo que yo sé. Eso me gusta, además poder formar a aquellas personas que en un tiempo estarán aquí dentro del teatro haciendo su trabajo.
«Eso me fortalece mucho, verlos a ellos ya hechos actores, actrices, formados por mí».
¿Siempre supo Adelaida que iba a ser actriz?
«En realidad yo actriz nunca pensé llegar a ser, porque tuve ese sueño desde pequeña pero me formé como instructora de arte. En el año 1987 fue que empecé la escuela, en el antiguo Yarey, Escuela de Instructores de Arte.
«Y entré allí. Mi anhelo era hacer la prueba en el ISA, pero no tuve esa posibilidad y opté como profesora. Era algo que se acercaba a la actuación pero es diferente porque es dirigir.
«Se me dio la suerte que en 1990, estando dentro del Grupo de teatro Dramático de la provincia, llegó una evaluación que se hace a nivel nacional y me evalúan como actriz dentro del grupo. Todavía no llevaba dos años.
«Se envió incluso una carta a La Habana para ver si una actriz que tenía un contenido de trabajo ya logrado con un año podía evaluarse. Tuve la gran suerte que me evaluaran y entrar al sector profesional y ser actriz, que siempre fue mi sueño».
Obras y personajes que le han marcado
«En 1993 hice una obra que me marcó a mí y marcó también mucho al espectador tunero, porque fue una puesta que se llamó El parque, con las actuaciones de Juan Manuel Maestre y mía, e impactó mucho porque en ella hubo un desnudo, algo impactante dentro de la población tunera que no estaba adaptada a ello.
«No fue solamente por el desnudo, sino una obra que influyó mucho en mí el personaje que interpreté, muy introvertido y difícil de llevarlo al escenario».
Eres parte del Grupo Dramático de la emisora Radio Victoria. ¿Qué tanto requiere de ti y cuál es la diferencia entre la actuación para la radio, donde solo está el sonido, y en un escenario?
«Hay una diferencia, la radio es un poco más íntima porque con la voz tienes que darlo todo, en el teatro no. En el teatro utilizas las dos cosas, tanto la voz como el cuerpo te sirven para expresar lo que sientes en un determinado momento.
«En la radio es una magia, porque en la radio te tienes que trasladar con tu mente a un ambiente, a una atmósfera que no existe y tienes que dársela a ese oyente solamente con la voz. Es algo súper difícil pero es algo encantador, la radio a mí me fascina.
«Me fascina también el teatro porque tiene su misterio, son cosas diferentes pero la radio es algo que siempre me ha cautivado, de verdad».
Actualmente eres directora de Total Teatro, ¿qué tanto demanda de ti?
«Esta agrupación lleva un año de fundada. Imagínate lo que me puede exigir ser la directora de un grupo donde se unen varias generaciones de actores con diferentes caracteres, con diferentes estudios. No es fácil pero estoy tratando de hacerlo todo porque el teatro dramático de la provincia logre alcanzar ese nivel que tenía hace muchos años».
¿Qué tipo de público prefieres?
«Yo prefiero cualquier tipo de público y más dirigiendo esta agrupación que se llama Total Teatro. Este es el nombre porque trabajamos tanto para niños como para adultos como para jóvenes, y no tengo diferencias con ningún público, como actriz menos».
¿Sobre qué trabajas ahora mismo como actriz y como mujer?
«Ahora como actriz estoy en una obra que se llama La llegada de la niña, donde interpreto un personaje que es la abuela de esta niña que acaba de llegar de España. Es aquella abuela que siempre ha querido la unidad dentro en la familia, pero que ya esas cosas en la familia no marchan bien. Se ve cómo la abuela es reprimida por su hija. Es un personaje que me ha gustado.
«Como mujer ha sido un poco difícil el trabajo como actriz desde que comencé, desde que tuve creada una familia como tal, porque al principio era joven y me podía desenvolver en todo esto y participar, ir a los eventos nacionales.
«Al tener a mi pequeña en el año 2000 me fue un poco ya más difícil, pero seguí con ella, desde pequeña la llevaba a la radio, mientras estaba grabando Laraine Ortiz en los pasillos la cuidaba, acá al teatro a veces la traía y se dormía en su cochecito.
«Es algo difícil pero a la vez es lo que me gusta. Yo me imponía a todas las dificultades de la vida que tiene una como mujer de atender su hogar y su familia».
¿De aquí a tres o cuatro década cómo le gustaría a Adelaida que hablaran de ella dentro del panorama del teatro en Las Tunas?
«En realidad soy una persona que no me gusta que hablen de mí, lo que me gusta es que vean las cosas que uno hace. Que me recordaran, eso, recordarme solamente».
Adelaida Villavicencio dirige actualmente la agrupación Total Teatro, con casi un año de fundada. Con ese colectivo interpreta la obra La llegada de la niña, el más reciente estreno de una amplia compañía que se empeña en la revalidación del arte dramático en el territorio. Mientras comparte con los espacios de la Radio, un lugar que ha confesado le apasiona por la magia que encierra.
Así nos llega: sencilla, atenta, desbordada como mujer, actriz, maestra, madre, como esa trabajadora que hace de las rutinas pedazos de sueños que dan color y esencia a su vida, a la familia, amigos y colegas que le acompañan en el camino.
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