Las Tunas.- El uso de la Medicina Natural es tan antiguo como la humanidad misma; nuestros ancestros se curaban con plantas, pero con el desarrollo de la Industria Farmacéutica Mundial y en Cuba de manera específica, las poblaciones han dado prioridad al consumo de fármacos convencionales, mientras ante sus ojos queda una medicina alternativa beneficiosa y con pocos perjuicios para la salud.
La provincia de Las Tunas tiene hoy cinco laboratorios productores de medicina natural y Mairelys Echavarría Pérez, especialista principal del Laboratorio de esta ciudad, uno de los más importantes del territorio, destacó a Tiempo21 que hoy elaboran 53 productos del cuadro básico nacional que es de 97.
«El plan de producción se elabora en dependencia de la población, el consumo y requerimientos que tenga, pero los 53 renglones cubren todos los grupos farmacológicos, que en estos momentos se encuentran en déficit varios medicamentos convencionales, preferidos por la población; sin embargo, los de origen natural son totalmente inocuos».
¿Cuáles son los más buscados por la población?
«Elaboramos los anticatarrales, que son de alto consumo, pero también las cremas que tienen varias funciones; hay algunas antirreumáticas; tenemos crema de caña santa, de salvia, que estuvieron en falta en otros momentos, porque requieren materias primas de la industria, importados por el país, pero Cuba se ha enfocado en la Medicina Natural para cubrir un poco la falta de medicamentos convencionales.
«Está entrando la materia prima para los champús medicinales, que son muy solicitados. Tenemos un nuevo producto que es el jarabe de cebolla, que está en el cuadro básico, pero en el centro no teníamos las condiciones para elaborarlo, pues faltaba la refrigeración; ya el centro está en remodelación; recibimos equipamientos nuevos, y podemos elaborar también productos como el aloe en crema y jarabe», destacó Mairelys Echavarría Pérez.
¿Qué beneficios tienen estos dos jarabes de cebolla y aloe para la salud?
«Son anticatarrales, broncodilatadores, pero para la esclerosis la cebolla es muy buena, que llega en varios grupos farmacológicos, como tintura y jarabe. Tienen corto periodo de vencimiento por eso se elabora en pocas cantidades».
¿Cómo se comporta la demanda de la población?
«A nosotros nos han subido mucho los planes de producción. Es un poco difícil la elaboración porque es prácticamente manual y es triste que se produzca con tanto sacrificio y luego la población no la consuma, ni le dé la importancia que tiene este tipo de medicina.
«El centro se encarga de la distribución luego que el producto está aprobado por control de la calidad, que se toma desde que la materia prima entra al laboratorio hasta que se hace la producción. Cuando ya está apto el producto se distribuye a todas las farmacias de la provincia con prioridad para la Farmacia de Medicina Natural de la ciudad cabecera».
¿Qué ventajas tienen estos productos?
«Son totalmente naturales; los sólidos totales que es el principio activo se encargan de ejercer el efecto terapéutico y es algo propio de la planta. Las plantas nos la suministra la Granja de Plantas Medicinales de la provincia, que llegan con un certifico de calidad y un tiempo de sembrado, secado, para poder obtener aceites esenciales y los sólidos totales necesarios».
Las condiciones climáticas de Las Tunas, una provincia tan seca, ¿Cuánto influyen en la disponibilidad de materias primas?
«Sí, afectan. Es difícil para la Granja abastecernos todos los productos, y van a otras provincias para mantener abastecido el Laboratorio y por consiguiente abastecer a las farmacias de todos los grupos farmacológicos necesarios».
¿Cuál es el producto de avanzada del Laboratorio?
«Es el jarabe de cayeput, porque fue en esta provincia donde se comenzó a elaborar y es muy efectivo como broncodilatador. El cayeput es un arbusto y se trabaja su hoja».
¿Qué nuevos horizontes tiene el Laboratorio este año?
«Después de muchos años el Laboratorio está siendo remodelado y surtido con equipamientos nuevos para lograr que el producto cada día mejore su calidad y el consumo sea más agradable. Este año sí queremos mejorar la presentación del producto».
¿Cree que fármacos naturales puedan ser beneficiosos para tratar o detener enfermedades crónicas no transmisibles?
«Sí, porque cubren todos los grupos farmacológicos, por ejemplo tenemos antifúngicos, antibacterianos. Para tratar la hipertensión el producto más completo es el ajo: hipoli o melito de ajo, tintura o jarabe de ajo, es antibacteriano, antihipertensivo».
¿Para el cáncer tienen alguna opción?
«Para el de piel producimos la crema de propóleos, que es muy buena».
Una Industria movida por el empeño…
En pleno proceso de envase del jarabe de cayeput encontramos a algunas féminas de uno de los Laboratorios de Medicina Verde más importantes de la provincia de Las Tunas. Allí, desde hace 20 años Luz María Ceballo como auxiliar de producción y cuenta que estos medicamentos son muy importantes porque ayudan a la salud y para ella es mejor que los convencionales.
Un ambiente distinguido por la presencia mayoritaria de mujeres se aprecia en la industria verde tunera.
Hilda Zamora es una mujer de buen pulso; este equipo la encontró en plena faena y mientras dialogábamos con ella, no dejó de envasar el jarabe de cayeput en los pomos de boca pequeña y con la precisión de quien tiene la práctica de su lado.
Envaso al día miles y miles de pomos, puntualizó Hilda, mientras confesó que los productos más complejos para envasar son las cremas.
Dania Barbán Caballero es fundadora del Laboratorio que inició sus prestaciones en el año 1992 y enfatizó que esta medicina es muy buena porque es natural y menos invasiva; además, precisó que todos los trabajadores disponen de medios de protección para la seguridad de las producciones e individuales.
Mientras Olismel Grave, uno de los caballeros que acompaña al colectivo del Laboratorio desde hace 13 años y como ayudante de la técnica, describe que siguen normas para que los fármacos tengan calidad.
Suben la materia prima hasta la segunda planta donde en el caso de las plantas las muelen y al cabo de siete días se saca el extracto y comienzan a elaborar el medicamento.
Este es un medicamento que no es nocivo para la salud, destacó el trabajador, quien asegura que los consume, sobre todo para tratar catarros, que son tan comunes en Cuba.
La fiabilidad de los productos…
Osladis González es una de las personas más importantes del Laboratorio de Medicina Verde de Las Tunas y en 11 años ha adquirido una experiencia en el control y evaluación de la calidad de las producciones.
«Aquí se le hace a toda la producción terminada el PH, la densidad, sólidos totales, índice de refracción… Sí están dentro de los parámetros de aquí salen aptos para las farmacias. Se hace el análisis de control de la calidad más el microbiológico.
«Lo más complicados son los extractos porque si la materia prima no tiene el tiempo, los dos años requeridos, no reúne las condiciones».
Herencia de los abuelos…
La tunera Mabel confiesa que consume bien poca medicina natural y reconoce que quizá porque tiene pocos conocimientos y sugiere divulgarla más, mientras Luis Eduardo es un joven estudiante de medicina y asegura que suele consumir los tés de la medicina natural que los abuelos hacen para relajarse.
Creo que deben orientarse bien con la dosis y forma de preparación porque también tiene contraindicaciones, sugirió el joven.
Iván Camejo dice que es del campo y consume la medicina natural, porque la define como maravillosa. Los jarabes para el catarro y el alivio para el cáncer conocido como VIDATOX, son los fármacos que por lo general compra.
A Elsa Guerra los jarabes anticatarrales y sedantes como la pasiflora y los de tilo le han resultado.
Pienso que es más efectiva, porque es natural, y elimina un poco los medicamentos con químicos. Soy hipertensa y tomo tres pastillas al día, pero ahora me han sugerido la tintura de ajo u otras presentaciones del producto para tratar mi problema de salud, explicó Elsa.
Sugiero que busquemos esta opción de tratamiento y también consultemos el Internet para podernos informar más acerca de los beneficios de la medicina natural, recomendó la paciente.
«Nuestros abuelos todo era a base de medicina natural, incluso para tratar las hemorragias en los animales utilizaban hojas de majagua; yo eso sí lo vi de niña, e incluso las heridas complicadas o llagas, cogían la semilla del marañón, la tostaban y pilaban, ese polvito lo echaban y las llagas sanaban. Eso hoy día no lo hacemos y creo que deberíamos recuperar un poco esas tradiciones».
Eliseo Moreno es graduado en Física Nuclear en la Unión Soviética y desde su gran sabiduría sostiene que esta es la mejor medicina porque es preventiva, y asegura que la consume.
«Me interesa la espirulina, aunque es un poco cara; las cremas de caña santa, anamú, llantén, pino macho, y otras; está la pasiflora o el melito estimulante. Eso no hace daño al organismo».
La Medicina Natural y Tradicional es reconocida hoy por su efectividad en países desarrollados y en vías de desarrollo, como enorme contribución a la salud humana.
En Cuba el Lineamiento 158 de la Política Económica y Social del Partido refrenda que el país prioriza el aseguramiento, producción y comercialización de productos naturales, así como la atención médica que utiliza la llamada MNT como complemento a la medicina ortodoxa.
Como definió el General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros: la medicina natural y tradicional no es una solución a la pobreza, sino una opción a la riqueza.
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