Escuche entrevista a Adrian Vega
Con su poca dosis de modestia y satisfecho con lo logrado y aprendido empíricamente, Adrian Vega Sánchez es un joven que no conoce límites a la hora de crear y llevar a realidades sus sueños e ideas.
En esas pocas barreras está el coto a la ignorancia y el bienestar de los suyos, más allá de vínculos sanguíneos. En esa escuela, la que se creó y de la que ha sacado las materias que le parecen indispensables para su labor, encuentra los principios de la literatura, el diseño, el audiovisual y la música, la que a través del hip hop le habla de sentidos y propósitos sólidos como ser humano, siempre alejados de cualquier tipo de violencia.
Desde Las Tunas ha despuntado por su perseverancia, además de la confianza en un producto propio y auténtico. La fórmula le ha dado por resultado, solo en el último calendario, las nominaciones en el apartado hip hop a los Premios Cubadisco, con la producción DMente Universal, y a los Lucas, con el audiovisual del tema El alma llora, que también pertenece a esta última producción fonográfica.
¿Por qué el hip hop?
«El hip hop porque vi en esa cultura como el cimiento de un cambio interior en la persona. Vi que podía transformar mi manera de pensar, mi manera de ser con respecto a la sociedad, rompiendo los patrones establecidos por las masas y por los medios de difusión masiva que te muestran una imagen que viene siendo la correcta, sin dejarte escoger la verdad que crees correcta con el paso del tiempo, que has experimentado como tipo de pensamiento».
¿Integras el audiovisual a lo que haces, o están fundidos ya los dos?
«El audiovisual solo no, está el diseño gráfico, la producción musical y la masterización, todo eso va junto».
¿Crees que ese audiovisual desde tu concepción de la obra que defiendes, por la letra o por las ideas, es más fácil hacerlo tú, para ti, para tu obra?
«El audiovisual empezó como una necesidad. Fue una necesidad de mostrar mi obra en la televisión, y al no tener el presupuesto, los medios o los recursos, tuve que aprender yo mismo a hacer mis audiovisuales y estudiar por mi cuenta lo que es esta manifestación artística.
«Empezó como necesidad, te había dicho, y hoy en día ya es –lo digo- obligatorio. En el momento en que estoy creando, en la creación de un fonograma, estoy creando a la misma vez el diseño gráfico y el audiovisual que lo va a representar. Ya está creado en la mente y después se lleva a la materialización».
¿Puntos, ideas que se repiten en cada uno de los proyectos en los que te enfrascas?
«Encontrar la verdadera razón del ser humano, que pienso yo no es más que el desarrollo de una glándula muy importante que se llama el alma, y esa glándula es la que genera amor para el mundo, y es donde se puede vivir en armonía, no solo con el similar, sino con la naturaleza, con los animales… y ese es mi mayor objetivo».
Ambiciones
« ¿Ambiciones? Los Grammy. Quiero coger un Grammy, venir aquí a Las Tunas y decirles a las personas que sí se puede lograr, cuando te lo propones. No tienes que ser la persona con el mayor conocimiento posible ni con los mayores recursos, sino proponértelo y creer en ti principalmente, creer en que tu obra, si está buena y te lo crees, sí puede coger un gran premio como es un Latin Grammy».
Cuando se comienza siempre hay un referente, una guía, que es lo que te impulsa y te sirve de ejemplo para desde allí partir y crear lo tuyo. ¿Cuáles fueron esos primeros referentes?
«Puedo hablarte en materia de literatura, fue Edgar Allan Poe. Fue lo primero que leí que me impulsó a ver como otro universo dentro de un pequeño universo fantasioso.
«Entonces empecé a escribir mis cuentecitos, empecé a hacer mis historietas, muy fantasiosas pero un poco más adultas, porque ya las hacía pero eran más infantiles. Después de leer a Poe las hice de esta manera pues él tiene algunos relatos que son un poco filosóficos.
«Por otra parte me gustaba la música pero no tenía voz para cantar, hasta que un día escuché rap por primera vez, y lo escuché en la voz de Vico C, y dije: Eso es lo que yo voy a hacer. Y ahí fue que empezó mi carrera musical».
¿Continúan siendo referentes?
«Sí, claro. Vico C siempre va a quedar como la primera vez, el primer rapero que escuchaste o el primer libro que leíste. Siempre va a quedar esa primera vez y va a permanecer como referente principal, pero ya existen muchos más».
Proyectos
«No me gusta hablar de los proyectos porque la gente suele copiar ideas, y tengo un proyecto muy bueno. Ahora mismo tengo un disco que está al salir, se va a titular Heridas sonoras. Estoy trabajando todavía en la producción, en la masterización de las pistas y el diseño gráfico.
«Ojalá lo pueda llevar al Cubadisco este año para llevarme el premio, porque el año pasado estuve nominado pero quiero este llevarme el premio. Y otro disco más que está en proceso, que de ese sí no quiero hablar».
¿Si tuvieses el poder de eliminar algo, qué sería?
«Si tuviera el poder de eliminar algo sería la ignorancia. Creo que ese es el mayor culpable de que ocurran los males que están afectando a nuestra sociedad a nivel mundial».
Adrián Vega Sánchez inició su carrera como rapero a finales del año 2000 con la agrupación Vitamina C, según consta en su currículo, para después formar Tentación.
Sus inquietudes personales por la literatura, el diseño gráfico y la realización de audiovisuales le impulsaron a lanzarse en solitario con el proyecto D’Mente, con el que alrededor de la música teje presente y futuro.
Quien le ve reconoce un alma inquieta y al tiempo reflexiva, como expresa en las letras que compone, con la invitación constante por la defensa de la vida –desde la semilla en el vientre materno-, hasta el despertar de la conciencia.
«♪♫ Mi objetivo es mucho más que darte una respuesta, es liberar tu mente por la forma más correcta, es sembrar semilla en diferentes corazones para que mañana crezca un árbol llamado conciencia… ♪♫»
(Fragmento del tema Mi objetivo del álbum D’Mente Universal)
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