Radio Victoria en Vivo

InicioSaludRompe los moldes que atrasan

Rompe los moldes que atrasan

Prefiere el camino más largo de regreso a la escuela. Sabe que cada tarde, él estará ahí, al acecho, para desnudarla con la mirada y decirle cuanta palabra pervertida  pase por su cabeza. María Puig solo tiene 14 años y un miedo que la paraliza de solo ver a lo lejos aquel señor que sobrepasa los 50.

No es ella precisamente de las más corpulentas del grupo, por el contrario. Luce muy delgada, con un rostro angelical y un cabello rizado hasta media espalda. Comenta  que es justamente su pelo lo que más atrae la atención de ese hombre.

“Lo conozco porque es del barrio. Un día yo andaba con una amiguita y lo encontré en el pueblo; se me acercó y hasta un beso me dio en la cara.  Después de eso, salía al portal de su casa a esperar que yo pasara y me comía con los ojos. No le bastó y entonces empezó a decirme que iba a ser de él y un montón de cosas más.

“Por eso nunca más he cogido por esa calle, pero siempre llevo el susto de encontrarlo en cualquier esquina. A mi mamá no le digo nada porque no quiero problemas y sé que me prohibiría salir sola”.

El de María no es un caso aislado en la sociedad. Muchas mujeres sufren amargas experiencias a su paso por las calles tuneras; algunas aprenden a lidiar con esas situaciones, otras prefieren cambiar de acera y hay quienes  llegan a sentirse intimidadas.

Al respecto muchos son los criterios, y cada vez resulta más fina la línea que separa el piropo de una expresión irrespetuosa. Depende de varios factores que incluyen tanto a emisores como receptores; lo que para una resulta un halago para otra puede no serlo.

“A mí sí me gusta que me digan cosas bonitas; a una le sube hasta el ánimo”, confiesa Marlenis Vázquez. “Lo que no soporto son las obscenidades ni los grupitos de hombres “tragándose” a cuanta mujer pasa por el frente. El otro día me indigné con un señor bastante maduro diciéndole groserías a una niña que podía ser su hija, o su nieta”.

En cambio Zulema afirma: “Yo la verdad no soporto esas miradas acosadoras sobre mí. Preferiría pasar inadvertida porque he tenido experiencias muy desagradables”.

“MI CUERPO NO QUIERE TU OPINIÓN”

Precisamente la Campaña cubana por la no violencia hacia la Mujer, Evoluciona busca  romper con la normalización de creencias nocivas predominantes sobre el control de los cuerpos y la sexualidad de las mujeres. En su lugar pretende promover normas diferentes que conviden a las nuevas generaciones a cambiar las maneras de relacionarse en la sociedad, y romper la construcción de la masculinidad hegemónica y la feminidad subordinada.

Danielle Laurencio, coordinadora de la Articulación Juvenil por la Equidad Social en la provincia, refiere que a través de la Campaña invitan a evolucionar ante manifestaciones de acoso, control y machismo que generan atraso entre las juventudes.

“Hacemos un llamado a desarrollar un pensamiento distinto hacia realidades históricamente silenciadas. Existe la idea de que las mujeres necesitan la aprobación de los hombres para su autoestima o sentirse bien. Y no es así. De ahí el auge de lemas como: “Mi cuerpo no quiere tu opinión”.

“¿Y si se invirtieran los papeles? Un experimento social expuso a hombres de La Habana cuando una joven comenzó a acosarles, refiriéndose a su estado físico, pidiéndoles el número de teléfono y hasta tocándoles un brazo para llamar la atención, algo que las mujeres enfrentan a diario. Tras preguntarles a ellos sus impresiones del suceso dijeron que no era normal ver a una mujer hacer eso, que estaba loca y hasta sintieron miedo”.

Afirma Laurencio que el acoso sexual callejero es uno de los tipos de agresiones menos visibles, legitimado por  siglos de estereotipos y patrones sexistas. Limita a muchas jóvenes el uso y disfrute de lugares públicos e irrespeta las individualidades.

“Quien piropea a una muchacha en contra de su voluntad, le exige que corresponda a sus halagos o le cae atrás, está invadiendo su espacio personal y eso sin lugar a dudas es violencia”, insiste.

EVOLUCIONAR SOBRE LA BASE DEL RESPETO

Durante estos días se mantiene un activismo intenso con motivo a la Jornada por la No Violencia hacia la mujer, que se extenderá hasta el 10 de diciembre, Día Mundial de los Derechos Humanos. La sicóloga Elia Marina Brito Hidalgo refiere que el programa de acciones busca visibilizar el fenómeno, promover el protagonismo de las mujeres y socavar cualquier expresión de maltrato.

“Hemos desarrollado talleres con educadoras y brigadistas sanitarias, intervenciones comunitarias, ferias, paneles de investigación, y otras iniciativas. Para el colofón de la Jornada tenemos reservado el taller provincial, multidisciplinario e intersectorial ´Experiencias investigativas sobre la Violencia´”.

De acuerdo con Brito, el maltrato como problema de salud y social tiene varias manifestaciones. “Su existencia deviene del uso y la fuerza del poder y puede ocurrir en cualquier ámbito y tipo de relación. En nuestro medio es frecuente la agresión sicológica, considerada la más sutil y el preámbulo de las otras; y se refiere a la humillación, el descrédito, la desvalorización”.

Asegura que las maneras de pensar no cambian con facilidad, razón por la cual la lucha contra este flagelo no puede circunscribirse a unos pocos días del año. “Resulta complejo encontrar la solución final porque hablamos de transformaciones en los seres humanos, en culturas construidas, vivencias…”.

Y reflexiona: “Es preciso eliminar las diferencias que establecemos desde la niñez y las enseñanzas al hostigamiento, a la burla que ocurren en los diferentes espacios. Estamos en el siglo XXI y muchos jóvenes continúan perpetuando el control sobre sus novias; son conductas muy alejadas de la evolución y de las aspiraciones de alcanzar la verdadera equidad sobre la base del respeto”.

/nre/

Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí