Puerto Padre, Las Tunas – Ángel Guerra Gómez es un hombre de compromiso inquebrantable. Operador de la grúa de alto porte de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado en Las Tunas, su labor trasciende horarios y días de descanso. Su equipo de color amarillo es sinónimo de solución en una provincia donde el agua no puede esperar.
Un domingo por la mañana, mientras muchos descansaban, Ángel llegó a la calle Lenín de la ciudad de Puerto Padre. Desde el viernes al mediodía, la electrobomba del Policlínico Romárico Oro, había dejado de funcionar, y su reparación dependía del equipo y su maestría.
«Este es un servicio que no espera a mañana. Es agua… agua para la población. En este trabajo hay que estar claro de esto: a la hora que sea, hay que tirar pa’lante», afirma con convicción.
Montado en su grúa, recorre los ocho municipios de la provincia. Donde haya una electrobomba rota, allí está Ángel, con la maestría que dan los años.
«Voy a todos lados. Si hay un problema, hay que caerle. A veces no hay mucho que hacer, tengo que decirlo, pero cuando surge algo, no importa el día ni la hora».
La última semana estuvo en el sur de Colombia, dos días en Vivienda, Majibacoa, y ese domingo, en Puerto Padre. Su compromiso lo lleva, incluso, a dejar atrás asuntos personales.
«Hoy mismo dejé a mi esposa enferma; le dio fiebre anoche. Pero bueno, por ahí vamos», confiesa.
Las anécdotas no le faltan. Bajo su apariencia delgada y canosa, guarda historias de riesgo y dedicación.
«Hace poco me viré con la grúa, justo el Día de los Padres. La cabina quedó medio aplastada, pero mecánicamente no pasó nada. Fue uno de los momentos más duros. Por poco me cae encima».
Ángel sabe que su labor es insustituible. «Esta grúa no la puede operar cualquiera. Si yo no puedo, es un problema. Siempre he tenido disposición, y mientras tenga fuerzas, aquí estaré».
Con la autoridad de quien ha cumplido con el deber, deja un mensaje a las nuevas generaciones:
«A las nuevas generaciones les digo: aprendan a trabajar. Quien vive de lo que hace, debe dominar su oficio. Eso no ocupa espacio. Lo que hay que hacer es trabajar».
¿Está satisfecho con lo logrado? «Uno nunca está satisfecho. Siempre quiere hacer más, resolver lo que falta. Y ahí vamos», concluye, listo para la próxima emergencia, Ángel Guerra Gómez, operador de grúa de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado en Las Tunas.
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