Lo que pasa con los precios de los alimentos en la provincia de Las Tunas ya no tiene nombre.
Es tanto el desorden y la impunidad con que actúan la mayoría de los vendedores que las personas de buena voluntad, que son muchísimas en este territorio, sienten vergüenza al ver cómo se abusa del pueblo trabajador sin que pase nada, sin que nadie le salga al paso a lo mal hecho.
Este domingo fui testigo de cómo cada día quienes venden se aprovechan de las circunstancias, salvo excepciones claro.
Un señor fue a comprar aceite en el portal de una casa donde funciona una mipyme o un trabajador por cuenta propia, y cuando vio el precio de mil 200 pesos de aquel pomo, le preguntó a una de las dependientas: ¿y por qué tan caro el aceite? La muchacha con rostro sonriente y muy correctamente le respondió: yo no pongo los precios, pero además está escaso y aquí sale a mil 50 pesos porque lo damos con cinco pastillitas.
Y el hombre le rectificó al instante: error, sale a mil 200 pesos porque yo no quiero pastillitas, yo quiero aceite y tengo que pagar mil 200 pesos.
Aquí hay dos asuntos muy claros. Primero, cuando un producto se pone escaso los que lo tienen automáticamente le suben el precio, algo inaceptable moral y legalmente. Y lo otro son los productos convoyados, o módulos, como le llaman más elegantemente, lo cual está prohibido porque no es legal.
Pero hay más. En julio de 2024 el Gobierno de Cuba topó los precios de seis productos alimenticios básicos para la población: el pollo, la salchicha, la leche en polvo, la pasta alimenticia, el detergente y el aceite que es el que nos ocupa, y está topado a 990 pesos el litro, con excepción del aceite de Oliva.
Es decir, que en el caso de salir a mil 50 pesos, como dice la dependienta, viola lo establecido por el Gobierno cubano porque se comercializa a 60 pesos más.
Y ahora viene la pregunta del millón: ¿dónde están los responsables de hacer que esos precios se cumplan? ¿dónde están los deben acabar con el desorden? Pero digo más: ¿dónde están los responsables de eliminar el abuso que tienen los vendedores con el pueblo trabajador, es decir con el obrero, el profesional o el jubilado?
Llueve sobre mojado en este asunto que ya se ha convertido en un problema demasiado serio porque afecta al pueblo, además de que viola la Constitución de la República de Cuba, que en su Artículo 1 señala:
Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como república unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la dignidad, el humanismo y la ética de sus ciudadanos para el disfrute de la libertad, la equidad, la igualdad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva.
Y el artículo 77: Todas las personas tienen derecho a la alimentación sana y adecuada. El Estado crea las condiciones para fortalecer la seguridad alimentaria de toda la población.
Y entonces, de qué estamos hablando cuando hasta la Constitución se viola. Los servidores públicos, responsables del asunto, tienen la palabra.
/mga/
«Los servidores públicos, responsables del asunto, tienen la palabra». Ahora lo que hace falta es que dichos servidores se pronuncien y mejor, actuen. Sería bueno saber si lo hacen y qué es lo que dicen. A la espera. Saludos