Cuba es un ejemplo singular de cómo incluir el bienestar humano en las políticas gubernamentales, priorizando áreas fundamentales como la educación, la salud y la cultura.
Para ello, el país desarrolla programas sociales que buscan garantizar derechos básicos para todos sus ciudadanos, con un enfoque en la equidad y el desarrollo humano.
En el Día Internacional de la Felicidad, celebrado cada 20 de marzo, a iniciativa de las Naciones Unidas para destacar la importancia de incluir el bienestar humano en las políticas gubernamentales, en la oriental provincia de Las Tunas, la gente asume que, a pesar de los desafíos económicos y sociales, la solidaridad que caracteriza a nuestro pueblo, el amor y la familia son las fuentes esenciales para disfrutar de este estado de satisfacción y tranquilidad.
Para los tuneros, pueblo resiliente y creativo, la felicidad no se define solo por bienes materiales, sino que se encuentra profundamente en aspectos como los amigos y la familia ya que las relaciones cercanas y los momentos compartidos generan un fuerte sentido de pertenencia y apoyo mutuo.
Cuando tenía tan solo 16 años, el rey de Bután creó el concepto de Felicidad Nacional priorizando el bienestar sobre los indicadores económicos tradicionales. Su propuesta llevó a que, a partir de 2013, las Naciones Unidas proclamaran el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, subrayando la importancia de incluir el bienestar humano en las políticas gubernamentales.
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