Las Tunas.- Las indisciplinas sociales corroen a la propia sociedad desde su esencia y se torna más alarmante al constatar el actuar impune de los autores de esas conductas en las comunidades.
Hoy la sociedad tunera encara las secuelas de convivir entre actitudes negativas que se hacen comunes en la cotidianidad. Esta circunstancia convierte al delito y las indisciplinas sociales en la mayor problemática contendiente con la pérdida de valores éticos y morales indispensables en cualquier medio social.
Palabras obscenas, mal comportamiento en los lugares públicos, gritería a altas horas de la noche son actos comunes en nuestros días.
Otra indisciplina está dada en el parqueo en lugares inadecuados de coches y bicitaxis, fundamentalmente estos últimos. También afecta la música alta tanto por parte de los bicitaxis como de algunos vecinos en sus barrios.
Hoy se maltratan parques, monumentos, árboles, jardines y áreas verdes y otros elementos de los acueductos, las señales del tránsito y las defensas metálicas de las carreteras.
Entender que esta es una batalla en la que todos tenemos implicación es tarea pendiente en nuestra sociedad.
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