Las Tunas.- En un ambiente cargado de emoción y compromiso con la palabra, el Centro Cultural Huellas, sede de la Fundación Nicolás Guillén en la provincia de Las Tunas acogió recientemente la entrega simbólica de premios del Concurso de talleres literarios de la Casa de Cultura Tomasa Varona en el Café Literario Plaza de Almas.
El evento reconoce el talento de adolescentes integrantes del taller literario “Cucalambé”, reafirmando el papel vital de estos espacios en la formación artística de las nuevas generaciones.
Bajo la anfitrionía del promotor Yury García Fatela, el encuentro sirvió para oficializar los resultados de un concurso celebrado en septiembre, cuyos ganadores no habían podido recibir físicamente su reconocimiento. Margarita Fernández Tamayo, especialista del Departamento de Literatura de la Casa de Cultura, fue la encargada de hacer entrega de los certificados a los jóvenes creadores.
Los premiados fueron Saray Estrada, primer lugar en poesía; Alejandro Mendoza, quien obtuvo el segundo lugar en el mismo género; y Enmanuel Aguilar, ganador del primer lugar en cuento. Los tres, de muy corta edad, son miembros activos del Taller Literario “Cucalambé”, que también coordina Yury García, evidenciando un trabajo sistemático y de acompañamiento.
En sus palabras durante el acto, Margarita Fernández Tamayo reflexionó sobre el valor del proceso creativo y formativo. “Es una realidad bonita… la posibilidad de que nos calificaran, nos dieran resultados, nos daba pie para mejorar nuestra labor”, compartió con los presentes. La especialista subrayó la responsabilidad de los jóvenes: “la labor que nosotros tenemos que hacer cada día por ser dignos herederos de la enseñanza, de la literatura”.
Por su parte, Yury García Fatela explicó la importancia de celebrar este acto de reconocimiento, incluso fuera de la fecha original. “Es una alegría que usted haya venido a traer los premios… faltaban estos muchachos para recibir el certificado. Ya aquí se anuncia de forma simbólica, pero no dejamos de hacerlo para que sea una forma bonita de compartirlo entre todos”, expresó, destacando el sentido de comunidad y celebración colectiva que define a la peña.
El Café Literario “Plaza de Almas” trasciende el mero certamen, se consolida como un ritual cultural donde la evaluación se convierte en aprendizaje, el reconocimiento en motivación y el taller en una segunda escuela.
Eventos como este, sostenidos desde las Casas de Cultura, son fundamentales para detectar, pulir y proyectar el talento literario local, ofreciendo a los adolescentes un escenario válido para expresar su mundo interior y desarrollar sus habilidades técnicas.
La entrega de premios en el Centro Cultural Huellas no fue solo el cierre de un concurso, sino la reafirmación de un camino: el de la formación continua, la herencia cultural consciente y la construcción de futuros narradores y poetas tuneros desde la más temprana edad.
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