Las Tunas.- En Las Tunas, el sector agropecuario es uno de los más cuestionados por el pueblo, por la incapacidad demostrada de producir los alimentos que requiere la población, al menos los que se corresponden con el clima y la geografía de estas tierras.
Reunión tras reunión, y en análisis a pie de surco, se le critica, se le anima, se le sugiere cómo actuar para aprovechar mejor los escasos recursos que existen y se le pide dar un esfuerzo mayúsculo para que se concreten los diferentes programas y, en definitiva, que haya comida en la mesa.
Algunos se hacen de oídos sordos. Otros lo intentan pero no logran los resultados que se necesitan. Y muchos transforman sus rutinas para que estos suelos pobres se cubran del verde característico de los cultivos varios y no del marabú que nos amenaza y que es una verdadera trampa.
Este tres de octubre es el Día de los Trabajadores Agropecuarios y, más que con alegrías, lo celebran con el compromiso que entraña de su responsabilidad y con la disposición de seguir adelante, en medio de muchísimas adversidades asociadas al clima y a las carencias materiales.
A pesar de esas afectaciones objetivas, en las empresas del sector se buscan alternativas para desarrollar sus tareas como en el polo productivo de Las Mercedes, en Colombia, donde riegan extensos campos de plátano y yuca con pipas tiradas por bueyes.
O los esfuerzos por sembrar arroz, popular o especializado, en varias comunidades de Amancio, Jobabo, Manatí y Majibacoa; y los resultados ya concretos del polo de Jesús Menéndez, en el que los trabajadores estatales se unen a propietarios y usufructuarios para producir diversos renglones, especialmente viandas.
Ejemplos hay más; pero, no son todos los que se necesitan porque urge incrementar las áreas cultivables, entregar más leche y carne vacuna, arremeter en serio contra el marabú, llenar de hortalizas los canteros vacíos y que el acopio y la comercialización brillen.
Entre los trabajadores agropecuarios tuneros hay un enorme potencial pues están acostumbrados a crecerse cuando las dificultades ensombrecen las voluntades. Por eso es hora de romper esquemas y decir que sí se puede, que la provincia será capaz de producirse sus alimentos.
/mga/
Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube
0 comentarios