Cada 4 de diciembre, se celebra el Día del Árbitro Cubano, una fecha instituida en el año 2000 para reconocer a quienes tienen la noble y sacrificada misión de impartir justicia en el deporte.
En Puerto Padre, el nombre de Rafael Manuel Torres Álvarez, Árbitro Internacional de Triatlón, brilla con luz propia, con resultados relevantes en los más diversos certámenes, tanto a nivel Nacional como iberoamericano.
¿Por qué el 4 de diciembre se celebra al Árbitro Cubano? Este día del año 1955, el legendario colegiado del béisbol Amado Maestri, enfrentó en el terreno a esbirros de la tiranía batistiana para proteger a un grupo de estudiantes que protestaba.
Ese legado de integridad y coraje es el mismo que hoy impulsa a hombres y mujeres que, desde el anonimato, son los guardianes del juego.
En este sentido, Rafael Torres Álvarez, encarna esa tradición en el exigente mundo del triatlón. En 2024 fue distinguido como el «Árbitro más destacado» de Puerto Padre, candidato ahora en 2025.
Su palmarés justifica el reconocimiento: ha impartido justicia en el Campeonato Iberoamericano de La Habana y en la edición 60 de los Juegos Escolares Nacionales, donde fungió como Juez Técnico principal.
Su labor va más allá de aplicar el reglamento en la competición; es también un estudioso y divulgador. En el Fórum de Ciencias Aplicadas al Triatlón, defendió una ponencia sobre la «Historia del Triatlón en Puerto Padre», aportando al rescate de la memoria de este deporte en el territorio.
Su categoría de Árbitro Internacional nivel 1 es un pasaporte que lo acredita para dirigir pruebas bajo los estándares de la Unión Internacional de Triatlón (ITU), el organismo mundial que rige este deporte desde 1989.
En eventos nacionales, como los Juegos Escolares en Cienfuegos, la Federación Cubana de Triatlón confió en él para roles de máxima responsabilidad, un voto de confianza ganado a pulso por su experiencia y profesionalismo.
El homenaje a Torres Álvarez es, inevitablemente, una ventana para reconocer el trabajo de una comunidad. Junto a él, otros nombres como Aramis Caballero Cusa, árbitro categoría Nacional, demuestran que Puerto Padre cuenta con un colectivo de árbitros de alto nivel. Ahí están también Guzmán Marrero Espinosa y Jesús Tomás Paneque, este último del juego ciencia.
En un día como hoy, mientras Puerto Padre se enorgullece de los logros de atletas Paralímpicos y Sordolímpicos como Ever René Castro Martínez y Zaydamis Márquez Cordoví, que han puesto en alto el nombre del municipio, es justo y necesario detenerse también ante quienes velan por las reglas del juego.
Rafael Manuel Torres Álvarez y sus colegas, arbitran desde la línea de meta de la fama, pero son, sin duda, pilares fundamentales del deporte local.
Su trabajo, técnico, preciso y a menudo invisible, es la garantía de que en cada inicio de competencia, la victoria será, simplemente, para el más rápido, el más fuerte y el más justo.
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