Por: Yoel Romero González.
Las Tunas.- El Día Internacional de los Trabajadores es una jornada de jolgorio en toda Cuba. Una fiesta inigualable en comparación con otros países.
Cada Primero de Mayo en esta provincia del oriente cubano el Club de Deportes Aéreos Filial Las Tunas le regala a su pueblo un espectáculo que todos esperan, desde los pequeños hasta los más longevos.
Uno de los protagonistas cada primer día del quinto mes del año es Iván Pérez Sánchez, paracaidista con basta experiencia en el deporte que desde muy joven se inclinó por la práctica del mismo.
Con cerca de 540 saltos realizados y más de un cuarto de siglo en estos menesteres, se ubica entre los practicantes de este deporte en la provincia que más veces ha conquistado el cielo.
En la actualidad ocupa el cargo de Jefe de Eventos en el mencionado club como muestra de la confianza que le profesan sus compañeros al dejar en su gestión parte de la organización de las exhibiciones.
El también trabajador de la Agencia de Taxis Las Tunas, perteneciente al Sindicato que agrupa a los Trabajadores del Transporte, confiesa que «desde «arriba» se disfruta mejor el desfile, pues “esa gama de colores a lo lejos da una visión diferente a la concentración».
Cuando Iván habla de paracaidismo la pasión se apodera de él y lo hace con un brillo especial en los ojos, “desde muy pequeño me gustó la aviación, un tío mío se desempeñaba como técnico de vuelo en el aeropuerto de Las Tunas y mi papá fue piloto planeador, por lo que pasé gran parte de mi niñez entre los aviones”.
Pérez Sánchez siempre soñó con ser piloto, pero al no poder cumplir su sueño por diversas razones y convencido de que su pasión es las alturas decidió matricular en un curso de paracaidismo deportivo, “corría el año 1997 cuando inicié en este hermoso deporte, en cada salto que realizo siento una emoción inmensa, un placer enorme, algo incomparable e inexplicable porque ningún salto se parece a otro”.
«Mi desfile cada año es descendiendo desde el cielo, este Primero de Mayo quizás no haya saltos en la emblemática Plaza de la Revolución, pero de cualquier forma participaré en el desfile, y será la primera vez en muchos años que no lo haga con el total disfrute e inigualable sensación que solo provoca un salto al vacío».
Dueño de una envidiable caída libre, este trabajador-deportista parece tener un pacto con la población, pues al llegar a tierra firme no son pocos los que se acercan a tomarse una instantánea con él, a las cuales accede gentilmente.
Lo vemos a diario recorriendo las calles de la ciudad en su Cocotaxi siempre presto a ayudar a los más necesitados en la transportación a cualquier destino de la ciudad.
Una parte de sus compañeros de labor coinciden en que Iván es buen trabajador y deportista. Se gana el cariño de todos por el carisma, el excelente trato a las personas y el buen sentido del humor que lo caracteriza.
La más sincera felicitación, a nombre de los tuneros, para este gran ser humano ejemplo de modestia, entrega, amor al trabajo y al deporte.
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