Las Tunas.- En la provincia de Las Tunas, el cuidado y fomento de los bosques son de las tareas más importantes que se desarrollan en lo referido a la conservación y el uso racional de los recursos naturales y en ello es elemental la función del Cuerpo de Guardabosques.
Ese órgano, perteneciente al Ministerio del Interior, realiza varias acciones para prevenir la tala y caza furtivas, fenómenos que, lamentablemente, aún persisten, según Juan Arias Gómez, técnico de información y análisis del grupo de gestión de la protección.
¿De qué manera los guardabosques protegen el entorno?
«En el Cuerpo hay dos maneras de realizar la protección. Una es lo que nosotros llamamos protección in situ en la que los guardabosques se sitúan en un área determinada de prioridad, con respecto a los valores tanto florísticos como faunísticos que posee el área y ellos hacen allí patrullajes y postas de control, para evitar contravenciones que puedan producirse contra la flora o la fauna.
«También contamos con un grupo de inspectores o técnicos de trabajo territorial que son personas con más preparación, las cuales abarcan un área extensa y atienden las informaciones que les llegan de daños que se han producido. Los investigan e imponen la correspondiente sanción, si se demuestra el delito.
«Ellos protegen especialmente algunos lugares como las cuencas hidrográficas y áreas protegidas de importancia nacional. Constituyen la máxima prioridad en la provincia».
¿Cuán difícil resulta el cuidado de la floresta?
«Imagínese que cada uno de estos guardabosques cubre una extensa área en la cual tienen que evitar las contravenciones de personas mal intencionadas quienes estudian cuáles son los métodos que utiliza el especialista para ejercer su vigilancia. Tratan de violarla llamándose por teléfonos celulares y de otras maneras, por el alto valor que tiene en estos momentos la madera en el mercado negro».
¿Qué especies de la flora y la fauna buscan los taladores y cazadores furtivos?
«Ellos buscan maderas preciosas de alto valor. Estamos hablando de la caoba, la baría y el cedro; pero ya en algunos casos se van agotando en el territorio tunero y solo existen en las áreas protegidas. Entonces, se interesan por algunas especies de menos valor como el algarrobo del país y la guásima. Luego, sin ningún tipo de escrúpulos hacen muebles y otros objetos y los venden a las personas a altos precios, sabiendo que van a durar poco.
«En el caso de la fauna, las mayores afectaciones recaen en las aves de fantasía, especialmente los negritos, tomeguines, azulejos, mariposas y otros pájaros que pueden tenerse en una jaula y exhibirse como mascotas, lo que está totalmente prohibido por la Resolución 160 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
«Hemos detectado a ciudadanos con iguanas, jutías, venados y otras especies no aptas para criar como mascotas y prohibidas por las leyes cubanas».
¿Cuáles son los beneficios que brindan los bosques?
«Son incuestionables los bienes y servicios que los bosques ofrecen a la población, como la eliminación de gases de efecto invernadero para disminuir el impacto del cambio climático pues captan el dióxido de carbono y expelen oxígeno. También son elementales en el cuidado de las fajas hidrorreguladoras, para que los ríos puedan correr con un agua limpia y evitar la contaminación de esas fuentes.
«En algunos casos tienen un gran valor paisajístico y como refugio de la fauna. Hay especies que no pueden vivir si no es en el bosque. Un ejemplo es nuestra ave nacional, el Tocororo. Eso es lo que queremos, que la población tome conciencia y que cada vez veamos más aves y más fauna en nuestro país».
En los ochos municipios tuneros se prioriza la reforestación de diferentes áreas y la conservación tanto de los bosques naturales como de los fomentados por el esfuerzo de los hombres. Y en esa labor tienen un rol fundamental los guardabosques porque del entorno depende la vida de las personas.
/mdn/
Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube
