Escrito por: Evelyn Charité Güides Rivera. Estudiante de Periodismo
Las Tunas.- El primer Programa de Atención Integral al Adulto Mayor se crea en Cuba a partir de 1974 con el propósito de atender desde el Ministerio de Salud Pública a este grupo poblacional, lograr el tratamiento individual y el descenso de las principales enfermedades que impactan en la vida de este grupo etario.
La creación de la Geriatría como especialidad, el surgimiento de la Medicina en la Comunidad para la atención ambulatoria y posteriormente la constitución de programas específicos que incluyeran la actividad física comunitaria y la promoción de salud se enfocaban por la época ante la prevención de los problemas de salud y el mejoramiento de la calidad de vida de la ancianidad.
En el municipio de Las Tunas Teonila Vasil Diaz forma parte de los círculos de abuelos constituidos hace 40 años, un espacio en el cual adquiere nuevos conocimientos y se motiva a las actividades físicas constantes en función de favorecer su salud.
«Llegué al círculo de abuelos a través del profesor que conversó conmigo e inicié poco a poco. En los inicios me sentía un poco decaída, con muchos dolores articulares y a través de los ejercicios comencé a sentirme más fortalecida.
«Así logré nuevamente desarrollar mis quehaceres con más facilidad, e incorporarme de manera sistemática al círculo pues entendí lo necesario de la actividad física en la comunidad. En esa fecha el profesor que tenía vio la facilidad que tenía para los ejercicios y me nombró monitora del grupo y me quedé con el hábito de guiar al resto de mis compañeros.
«Hoy tengo el mismo ánimo y la voluntad de practicar a diario porque valoro el autocuidado, los cambios en los hábitos de vida, el descanso necesario y el amor a la familia. También recibimos charlas de los profesores y los promotores de salud, quienes visitan a los abuelitos que viven solos y llegan a tener una relación tan bonita que los acogen como padres», refiere esta tunera que durante sus años activos laboró en la rehabilitación física en el Hospital General Docente Ernesto Guevara de la Serna.
Esta experiencia a Sara García Sanz la ayuda increíblemente mucho. «Siempre hice ejercicio pero tras mi jubilación cuidé a una persona encamada y eso me deterioró mucho, incorporarme al círculo de abuelos me ayudó a la recuperación, aquí logramos actividades muy positivas, uno se divierte, interactúa con nuevos amigos y eso mejora el ánimo y cómo enfrentar los problemas cotidianos.
«Existen abuelitos limitados físicos que asisten y ven la mejoría, han adquirido sus movilidades gracias a la labor de los profesores en la comunidad para que los que no se incorporan al círculo aprecien todos esos beneficios», significó esta integrante del círculo de abuelos Teófilo Stevenson, de esta ciudad.
El envejecimiento de la población recibe especial atención de ahí la implementación de acciones de promoción de salud a nivel de la comunidad, con el propósito de que quienes cursan la llamada tercera edad disfruten de buena salud física, mental y emocional, destaca la licenciada Yamile Sirio Suñol, responsable del componente educativo Adulto Mayor, en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.
«Los adultos mayores son un grupo que sufre, principalmente, enfermedades cerebrovasculares y respiratorias, por ello cada vez que se festeja una fecha que guarda relación con el adulto mayor se movilizan una serie de especialistas que facilitan las atenciones y las actividades en alianzas con el Inder y Cultura, para desarrollar intervenciones comunitarias sobre todo con los círculos abuelos.
«Este programa es muy importante para estimular la parte cognitiva y afectiva de los ancianitos, desde los emocional precisamente con el objetivo de disminuir la situación degenerativa que puede tener cada anciano según su historia personal y con el fin de incrementar la calidad de vida, la autosuficiencia, la adaptación social y el vínculo con su bienestar », apuntó Sirio Suñol.
Los círculos de abuelos figuran desde 1984 como una alternativa enfocada a la atención personalizada de quienes superan los 60 años de edad, una iniciativa que adquiere mayor relevancia desde la práctica de la actividad física además de propiciar que los adultos mayores salgan del aislamiento de sus hogares, compartan con otras personas de su edad y se reafirmen como un sujeto activo de la sociedad.
La celebración de fechas para concientizar los cuidados de la ancianidad como el Día Mundial del Adulto Mayor, constituye prioridad en Las Tunas, un territorio que registra una población estimada de más de 122 mil personas, que representan el 23,3 por ciento de los habitantes del territorio
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