Llegar a la carrera de Derecho, dice Yordanis Álvarez Alzar, que bien pudo ser obra del azar. Aunque desde pequeño sus padres vislumbraban en él una vocación intrínseca para defender a los demás.
El tránsito hacia la enseñanza preuniversitaria fue trascendental, pues Yordanis, que había rebasado los exámenes de ingreso al Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Luis Urquiza Jorge, decidió elegir la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de Holguín. Tres años después, era el único tunero de su graduación que obtenía la carrera de Licenciatura en Derecho. Así llegó a la Escuela Militar Superior (EMS) Comandante Arides Estévez Sánchez.
Aunque en la carrera no se estudiaba latín, Yordanis se interesó por esta y otras materias asociadas a su especialidad como la historia, la filosofía, la criminalística, la psicología. Estas inquietudes, sin dudas, esculpieron al profesional que hoy es. “Creé un hábito de lectura grandioso y eso incidió notablemente en la oratoria, a una persona que no lee le es muy complejo hablar con seguridad de cualquier tema”.
Yordanis actualmente se desempeña como Subdirector del Departamento de Asesoramiento Legal y Relaciones Institucionales en la Dirección Provincial de Justicia, en Las Tunas, pero antes asumió diversas funciones como juez militar y jefe del registro de la propiedad. Todos estos retos son razones ineludibles para el estudio constante.
Escuche las declaraciones de Yordanis:
“Los profesionales del Derecho que dejen de estudiar serán eternos mediocres, pues no basta con entender las normas, hay que comprender las doctrinas, los principios, los mecanismos de cada ordenamiento jurídico, el contexto en que se desarrollan. No basta saber que los elementos sean legales, también deben ser legítimos para que tengan reconocimiento.
“Si algo es necesario en los cubanos es la cultura jurídica. Con el proceso de Reforma Constitucional se comprobó que los cubanos están ávidos de conocimientos sobre Derecho pero también, que hace falta mucho estudio. Desde la esfera que atiendo en la Dirección Provincial de Justicia, ese es una de mis principales metas”.
En los últimos tiempos en Cuba se han creado estrategias comunicativas para acercar las leyes al pueblo, para lograr que la brecha se cierre cada vez más, pero aún así es notable en una mayoría, el desconocimiento y la falta de motivación hacia estos temas.
“Nuestro pueblo es instruido y sabe lo que es justo, de ahí que disponga de la base necesaria para entender el Derecho, pero no tiene la costumbre de profundizar en este aspecto porque se siente protegido por el Estado. Casi siempre los que más recurren a las leyes son aquellos que se han visto vulnerados en este sentido, pero esa no puede ser razón para desconocerlas. Solo estudiándolas tendremos dominio de nuestros derechos y deberes, y podremos legitimarlos”.
Los que conocen a Yordanis saben de su aptitud para establecer el debate, para llamar a la reflexión y también para enseñar. En esas virtudes, él encuentra las claves para elevar la cultura jurídica. Por eso es común en él establecer empatía con el auditorio, que pueden ser sus propios estudiantes universitarios o profesionales de cualquier índole.
Este jurista reside en el municipio de Jobabo, un territorio en el que la base económica fundamental es la agricultura. Sus conocimientos sobre la legalidad también se han puesto al servicio de los campesinos de su zona al punto de que su casa sea una especie de “consultorio”, según él mismo confiesa.
A pesar de siempre proyectar una imagen impecable Álvarez Alzar es de los que piensa que un jurista está bien vestido, solo si su actuar es coherente. Personas como él no se desprenden de ese traje ético, incluso luego de recorrer en bicicleta los 40 km de distancia que separan a su municipio Jobabo de la capital provincial, para llegar a un organopónico a trabajar. La esencia de su coherencia está justamente en hacer de su profesión, su frente.
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Muy acertado artículo. Conozco a Yordanis en lo personal, excelente profesional y amigo.