Las luces se apagan y empieza la función. Los gritos de todos los niños al mismo tiempo invaden el pequeño, pero acogedor local. La luz intensa irrumpe en el escenario y los aplausos le dan la bienvenida al primer protagonista.
Fantasía mágica, así se llama la puesta en escena, que la compañía Huracán Mágico le regaló a varios niños y adultos en homenaje a sus 30 años de fundado por el Mago Piter.
Empezó como un sueño y hoy, después de mucho trabajo y consagración a la reina de las artes, convirtieron a Las Tunas en la capital de magia en Cuba, y no precisamente con un truco.
Rodelai León Figueredo, Mago Rudi, director de la compañía, se siente comprometido con el trabajo acompañado de un equipo orgulloso de cumplir estos 30 años de fundado.
«Esta compañía se cataloga por tener magos jóvenes, magos entusiastas, con muchos deseos de hacer magia. Magos que desde que llegan se preparan para brillar».
Y entonces sale un payaso y regala sonrisas, los niños ríen y de alguna manera mágica saben qué quiere el clown en cada movimiento y sonido que emite.
El público disfruta del espectáculo, participa en los trucos y sin preguntas de si existe o no la magia, se adentran en ese mundo inexplorado y escogido por pocos.
«La magia, no por gusto se hace llamar la reina de las artes, porque compone todas las ramas artísticas que puedan existir. Pienso que la magia es algo que le gusta a todo el mundo, la sorpresa de las rutinas y de las grandes ilusiones.
«El hecho de ser jóvenes nos motiva a hacer cosas nuevas, cosas que no se hacen en ningún otro lugar de Cuba y precisamente presentamos cada año un espectáculo diferente en el Ánfora, con números de magia que solo hacemos nosotros»
La sala teatro del Guiñol nuevamente se llena de aplausos y vítores y las sonrisas resplandecen en los rostros de los presentes, sin excluir edades, y es que la ilusión y los trucos son así, atrapan, hipnotizan, te concentran y te traen hasta convertirte nuevamente en un niño, un niño que cree en lo imposible y en la magia.
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