El Primero de Mayo de 1959 el pueblo cubano convirtió la fecha en una celebración, y por primera vez la clase obrera salió a las calles engalanadas para con pancartas y banderas, corear consignas de apoyo al recién estrenado proceso revolucionario liderado por Fidel Castro.
A partir de entonces, la multitudinaria manifestación frente a la imagen del Héroe Nacional José Martí en la Plaza de la Revolución y en las vías principales de ciudades y poblados de todo el país, devino tradición que durante casi 60 años reafirma la decisión popular de defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio.
Aquel primer desfile proletario en La Habana comenzó cerca de las 11:00 de la mañana y se extendió hasta bien entrada la noche. Los trabajadores no marchaban para exigir derechos a las administraciones capitalistas, sino en defensa de la nacionalización de las empresas, la jornada de ocho horas, la igualdad de salarios para la mujer, entre otras conquistas.
Correspondió, en aquella ocasión, al General de Ejército, Raúl Castro, dirigirse al pueblo, debido a que el líder de la Revolución, Fidel Castro, se encontraba en Argentina.
Desde ese momento, el desfile se convirtió en tradición que involucra a campesinos, combatientes, estudiantes, trabajadores y a toda la familia, pues hasta los más pequeños desean sumarse a la fiesta proletaria.
No obstante, la celebración adquiere matices distintivos, de acuerdo con las costumbres de cada lugar.
En Las Tunas, desde bien temprano los colectivos se concentran por sectores en lugares previamente establecidos y luego del discurso inaugural de la Secretaria de la Central de Trabajares en la provincia, da inicio a la colorida manifestación por la Avenida 2 de diciembre hasta la tribuna en la Plaza de la revolución «Vicente García», donde se encuentran los dirigentes del Partido y el Gobierno y una representación de trabajadores vanguardias.
Una vez finalizado el desfile, la población se concentra en plaza para disfrutar de la música cubana, venta de alimentos y otras actividades recreativas entre las que también se incluyen opciones infantiles.
La celebración del Día internacional de los trabajadores es una autentica fiesta de reafirmación revolucionaria y de unidad nacional.
Valores que la hacen única en el mundo con la movilización de millones de trabajadores en toda la Isla junto a sus familiares en actos y marchas por plazas, comunidades y bateyes siempre en derroche de alegría y patriotismo.
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