Las Tunas.- La justicia tiene que sustentarse en la transparencia y la honestidad, y hacia la consolidación de ese objetivo se trabaja en el sistema de tribunales de Las Tunas, que analizaron un 2022 extremadamente complejo, con un escenario signado por nuevas leyes y algunos hechos delictivos inéditos en la provincia.
En la asamblea de balance del pasado año, el presidente del Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba, Rubén Remigio Ferro, reflexionó con una representación de los jueces de este territorio y después de reconocer el esfuerzo y la labor encomiable en la impartición de justicia, afirmaba que lo importante es apegarse a la Constitución, y lograr que cada acto jurídico se desarrolle con profundidad, con pruebas contundentes y sentencias ajustadas a la realidad, porque de ello depende la tranquilidad ciudadana.
Remigio Ferro destacó la conducta de quienes se desempeñan en los tribunales de Las Tunas y el país, en momentos en que cada vez se hace más difícil ser justos por la complejidad de los asuntos y los antecedentes de las personas, que muchas veces se equivocan, y lograr una justicia efectiva seguirá requiriendo de un esfuerzo adicional, de mucho estudio y preparación.
Con los jóvenes intercambió el Presidente del Tribunal Supremo Popular, se interesó por su labor diaria, sus aspiraciones, preocupaciones y problemas y ponderó el que se mantengan en el sistema que ha sufrido de una fluctuación de profesionales por las complejidades del mismo, y conversó con otros que llevan años con un aporte importante en el desarrollo del trabajo.
El debate abarcó el cómo hacer mejor la labor ante cada hecho delictivo, con diferentes matices entre uno y otro, y la exquisita manera de proyectarse ante la vida diaria, porque de los jueces depende en buena medida la seguridad de los ciudadanos.
En los ocho municipios de la provincia se avanza en el trabajo de los tribunales, pero falta mucho para lograr la solidez total para garantizar los derechos de los ciudadanos, como lo establecen las leyes, y el velar por el cumplimiento de las sentencias dictadas en cada caso.
Un año sin precedentes en la administración de justicia fue el 2022, no solo porque los jueces se enfrentaron a la modificación legislativa que introdujo numerosos cambios, sino por la subversión alentada por organizaciones al servicio de Estados Unidos, y en el actual 2023 el trabajo debe ser superior en todos los sentidos.
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