Parecía una tarde tan calurosa como otra cualquiera pero la noticia que recorrió en instántes el mundo convirtió aquel 5 de marzo de 2013 en uno de los días más tristes de la historia.
El Comandante Hugo Chávez Frías, invicto de tantas batallas contra el imperialismo, había sucumbido de cáncer, no sin antes batallar denodadamente.
Venezuela se sumió en llanto, también en Cuba el dolor atenazaba las gargantas y no se hablaba de otra cosa a lo largo y ancho de la Isla.
Seis años de sentida ausencia del mejor amigo de #Cuba. Los hijos de la Revolución Bolivariana hoy le rinden tributo, peleando bravamente. En ellos #Chávez vive, con su amor y su coraje, #HastaLaVictoriaSIempre #ManosFueraDeVenezuela#SomosCuba #SomosContinuidad 🇨🇺🇻🇪 pic.twitter.com/luuZWhTNnz
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) 5 de marzo de 2019
Unos pocos, tras años de oposición y traiciones, se alegraron al pensar que la revolución bolivariana se venía finalmente abajo.
Sin embargo, ni la muerte, ni los enemigos de Chávez pudieron prever que volvería, ahora invencible reencarnado en todo un pueblo.
En 14 años de poder y de disputa brava contra la oposición, nunca se amilanó. Fervoroso seguidor de las ideas de Simón Bolívar y de José Martí consagró su existencia a mejorar el futuro de su gente.
Gracias al proyecto social bolivariano los humildes aprendieron a leer y a escribir, tuvieron por primera vez acceso a los servicios de la salud y a una vivienda digna, entre otros logros sociales.
Su activa política exterior estuvo caracterizada por un gran impulso de la unidad latinoamericana a través del fomento de espacios integracionistas.
Fue el mejor, sin dudas de la hornada de nuevos líderes de pueblo que floreció en toda América.
Su inmensa sonrisa enamoraba naciones. Su voz poderosa lo mismo cantó las verdades al imperialismo que entonó sentidas canciones de amor.
Y es que el comandante de verbo irreverente, con el pecho desnudo desanda páramos, llanos, montañas irradiando esa luz que le da fuerza a los venezolanos para resistir y vencer a los antagonistas de su patria.
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