No por repetido cada año, el homenaje del pueblo a los mártires de la Patria y a la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo, deja de emocionar. Por el contrario, las lágrimas afloran y corren por las mejillas, los ceños fruncidos y los rostros de la tristeza que denotan la pena y el dolor de los familiares frente a la pérdida irreparable de sus seres queridos.
Niños y jóvenes, hombres, mujeres, ancianos, llegan hasta el cementerio para rendir tributo a quienes ofrecieron lo mejor de sí por la causa de la Patria, y ofrendaron sus vidas defendiendo las causas justas dentro o fuera del país.
Hace 25 años que se realizó la Operación tributo, cuando en toda la nación se les dio sepultura en su suelo patrio a los mártires internacionalistas caídos en otras tierras del mundo, y la piel volvió a erizarse, los ojos se nublaron y el nudo abrochó la garganta al escuhar las notas del Himno nacional, y sentir el canto de la bandera frente al viento, y el susurro de amor que emana de la tierra santa con su carga de preciado valor.
Otra vez volvieron los rostros de la tristeza, los ojos mirando al infinito y la mente posada en la última imagen del ser querido que descansa en paz ante tanta muestra de amor y respeto, de ternura.
Diciembre nuestro de todos los años volvió, y este día 7 hizo vibrar a la Patria ante sus hijos queridos, impregnados del ejemplo de Maceo, que solo hubo de caer con el balazo número 27 sobre su cuerpo, para iluminar a los hombres y mujeres que hasta el fin de los tiempos han jurado ser como él.

Miguel Díaz Nápoles
Periodista, fotorreportero, realizador de cine, radio y vídeo, profesor universitario. Master en Ciencias de la Comunicación, Universidad de La Habana. Vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en Las Tunas. Conferencista sobre temas de Comunicación, Periodismo e Internet. Premio Nacional de Periodismo hipermedia 26 de Julio en 2006 y 2007. Ha sido galardonado en varias ocasiones con el Premio Provincial de Periodismo Ubiquel Arévalo Morales y en otros certámenes del sector. Fue reportero del diario 26. Durante el 2001 le dio cobertura informativa a la labor de los médicos cubanos en Ghana, en el África Subsahariana y sobre sus experiencias escribió el libro Hacia el reino del silencio, publicado en 2008 por la Editorial Pablo de la Torriente Brau, de la Unión de Periodistas de Cuba. En 2000 creó Tiempo21, edición digital de los Servicios Informativos de Radio Victoria. Productor del largometraje Los Cuervos y el cortometraje Homoerectus, de producciones Acoytes-Uneac, Las Tunas. Durante 2016 y 2017 se desempeñó como editor de contenido de la Dirección General de Multimedia en Español, y de las Mesas de Redacción y Asignaciones del canal multiestatal TeleSur, en su sede central de Caracas, Venezuela.