Las Tunas.- Más de una decena de proyectos de investigación sobre especies endémicas y en peligro de extinción realizan expertos del área protegida La Isleta-Bahía de Nuevas Grandes, ubicada en la costa norte de la provincia de Las Tunas.
Los estudios comprenden el monitoreo de los hábitos de vida y la salud de poblaciones de manatí, cocodrilo americano, yaguaza cubana, lagartos, carpinteros y pelícanos, además de ejemplares de la flora como el romerillo de costa, endémico de la zona y en grave amenaza de desaparición.
Mayumi Vega, bióloga del área protegida, dijo a la AIN que las observaciones realizadas han comprobado la presencia y propagación del manatí, lo que ha permitido la realización de un diagnóstico de los lugares de apareamiento y alimentación.
La experta explicó que también han sido reveladoras las investigaciones sobre especies de anolis, popularmente conocidos como chipojos, y de gran importancia en el equilibrio biológico del ecosistema.
En La Isleta-Bahía de Nuevas Grandes, existen experiencias muy positivas en la propagación de arbustos endémicos, la recuperación de la duna costera y la eliminación de especies exóticas invasoras, como la casuarina, aseveró el especialista Richard Olano.
El también funcionario en Las Tunas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, agregó que el sitio tiene características especiales para la conservación porque la mayor parte de sus más de siete mil hectáreas son vírgenes y no reciben la influencia de ciudades, industrias o actividades agrícolas.
En el área protegida, administrada por la empresa para la Protección de la Flora y la Fauna, existe una estación biológica ubicada en la Isleta, a la cual se sumará a finales del mes de agosto, otra que se construye en la zona conocida como Los Coquitos. (Agencia Cubana de Noticias)