Como expresó
el economista y periodista argentino Atilio Borón, no podremos dejar de maldecir el infortunio que priva a Nuestra América de uno de los pocos imprescindibles y nadie podrá negar que desde hoy se hablará de una Venezuela y una Latinoamérica antes y después de Hugo hávez.Muchos pensarán que el destino de los venezolanos será incierto, pero pase lo que pase las ansias de libertad y la conciencia de independencia que el Comandante Presidente le inculcó a su pueblo, los ha llevado por un camino que es ya irreversible.
Chávez no está ya entre nosotros, su prosa y su sentido innato del humor ya no estarán tampoco en los podios, pero sí en nuestra memoria, recordaremos cada una sus palabras profundas y bien pensadas, pero sobre todo lo recordaremos haciendo, luchando y venciendo.
Su muerte nos paraliza y nos sobrecoge, pero más que eso nos impulsa y nos compromete, porque su legado es imborrable y nos conducirá, sin dudas por esa senda que él ya trazó para la América toda: la independencia.
Por eso Comandante, hoy que has partido para siempre, solo podemos darte las gracias en nombre de Cuba y del mundo.